Presión silenciosa sobre Milei: inversores exigen soltar el peso antes de 2026
Inversores internacionales presionan al Gobierno para que flexibilice el régimen cambiario y permita un peso más dinámico que facilite la acumulación de reservas y atraiga capitales, según informó Reuters. Sin embargo, el Gobierno de Javier Milei insiste en mantener sin cambios el esquema de flotación dentro de bandas, con ajustes diarios y una amplitud progresiva que, aseguran, se mantendrá hasta las elecciones de 2027.
Pese a la calma reciente en el mercado, operadores financieros advierten que la rigidez del sistema podría limitar el crecimiento y la llegada de divisas en una etapa en la que Argentina busca consolidar estabilidad después del buen desempeño del oficialismo en las legislativas de octubre. "Será necesario algún tipo de ajuste para aumentar orgánicamente las reservas hasta 2026", señaló a Reuters Kathryn Exum, de Gramercy, quien consideró viable ampliar gradualmente la banda cambiaria junto con un programa formal de acumulación de divisas.
Aunque la presión sobre el peso disminuyó, la moneda sigue operando cerca del límite débil de la banda, mientras los futuros anticipan que podría superarlo en menos de un año. Christine Reid, gestora de Ninety One, sostuvo que el mercado sobrerreaccionó al riesgo político previo a las elecciones y que el peso continúa "ligeramente caro", incluso tras la depreciación del 25% desde abril.
La agencia también subrayó que las emisiones de deuda corporativa en el exterior —más de US$ 1.700 millones en las últimas semanas— se convirtieron en una fuente adicional de soporte cambiario, ya que esos dólares se liquidan localmente para financiar inversiones. A esto se suma el swap de US$ 20.000 millones del Tesoro de Estados Unidos, que permitió intervenir en el mercado antes de los comicios y reforzó la confianza en la capacidad oficial de defender la moneda.
Aun así, analistas como Jared Lou, de William Blair, advierten que el sostén financiero no reemplaza la necesidad de cambios estructurales. "La acumulación de reservas depende de cuánto permitan que se deprecie el peso. Un movimiento algo más rápido habría aliviado la presión", afirmó, al tiempo que señaló que un régimen demasiado rígido podría desalentar inversiones fuera del sector de materias primas.
La expectativa general en el mercado, según Reuters, es que el Gobierno mantenga las bandas hasta fin de año y evalúe ajustes cuando se definan las metas de reservas de 2026. Con una inflación anual del 31% y un peso aún bajo presión, los economistas coinciden en que una mayor flexibilidad cambiaria podría resultar clave para reconstruir reservas y asegurar un acceso más estable a los mercados internacionales.