La visión que viene repitiendo en los últimos tiempos el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, es que América Latina enfrenta un "triple desafío estructural": crecientes demandas sociales, escasos recursos fiscales y bajo crecimiento económico, al que le suma otros retos, como el cambio climático y el crimen organizado.
Pero no es necesariamente pesimista y sostiene que, "frente a lo que le interesa" y precisa el mundo, la región puede ser "parte de la solución", ofreciendo por ejemplo energía limpia.
"¿Qué es el hidrógeno verde? Es energía limpia, esos son contratos, son business. Y business significa crecimiento, significa recursos", argumenta este brasileño que antes presidió el Banco Central de su país y trabajó en el Fondo Monetario Internacional en una entrevista publicada este jueves por la revista Búsqueda de Uruguay, realizada en el marco de la visita que hizo a Montevideo la semana pasada.
Para aprovechar esas oportunidades, según Goldfajn, uno de los requisitos es que "la estabilidad fiscal, monetaria, la inflación; Uruguay la tiene, y casi todos hoy la tienen; no vamos a discutir las excepciones. América Latina es mucho más estable y eso nos ayuda bastante".
¿Argentina puede pasar a integrar el grupo de economías estables de la región en plazos relativamente cortos a partir de las medidas que está tomando el gobierno de Javier Milei?, le preguntó el periodista. Contestó que el BID tiene que "trabajar y ayudar a Argentina para que lo sea. Trabajamos con los 26 gobiernos de la región, y distintos gobiernos. Los gobiernos cambian y el BID se queda".
Goldfajn profundizó un poco más y dijo que la Argentina "hizo un ajuste fiscal importante, que es algo que se le pedía hace mucho tiempo. La discusión ahora es cuán sostenible es, y eso es en lo que estamos trabajando junto con el país en nuestros proyectos. Hay que mirar la eficiencia del gasto, hay que mirar que el ajuste sea sostenible en el sentido de que hay que proteger a los más vulnerables, y estamos viendo el sector de la energía y los subsidios".
"Y del otro lado (...), el sector privado. El sector privado de Argentina puede ser bien dinámico, si le dan las condiciones. El BID Invest, de la misma manera que va a trabajar en la región, lo hará en Argentina".
Recordó que los países miembros del organismo acordaron reforzar el capital del brazo privado del BID, el BID Invest, "con US$ 3.500 millones más, que no es poco y va a doblar su tamaño en siete años".
Otro requisito para que América Latina supere sus retos y aproveche las oportunidades que, según él, ofrece hoy el contexto global, es tener suficiente "talento", para lo cual se precisa "entrenar a la gente. En el largo plazo, pero también en el corto plazo: reskilling y upskilling".
Finalmente, se debe incorporar "innovación y llegar afuera para ser competitivo, lo cual genera mucho crecimiento económico". Sobre ese último punto, el presidente del BID acotó que "América Latina siempre fue muy para adentro. Los países grandes naturalmente van a mirar para adentro".
