La inflación dejó de bajar en junio. Tras el 4,2% de mayo, los precios subieron 4,6% en junio. Y todo indica que, a corto plazo, no se esperan buenas noticias. Es un tema de suma preocupación para el Gobierno porque es "la" variable que decidió privilegiar, a costo de sacrificar nivel de actividad y empleo.
Dos informes privados generar preocupación
Uno es de LCG. Si bien se trata de la primera aceleración en 6 meses, impulsada principalmente por efecto de los regulados, "la inflación núcleo frenó su sendero a la baja", dice el informe.
La "core", en 3,7%, "se mantuvo constante respecto a mayo, lo que hace pensar estaría encontrando un piso, todavía alto".
"Aun con la estabilización de la inflación core, entendemos que la inflación de los próximos meses será más más cercana a la de junio que a la de mayo. En julio computarán los aumentos de naftas, prepagas y agua (en la provincia de Buenos Aires) y quedará definir los aumentos postergados de electricidad y gas", dijeron desde LCG.
Además, el mes de julio comenzó con cierta volatilidad cambiaria y "la suba en el precio de los dólares libres podría volver a traccionar aumentos preventivos".
No obstante, la demanda en niveles bajos pone límites a estas correcciones de márgenes.
Por su parte, el Relevamiento de precios de LCG ya acumula un 2,3% de inflación en alimentos y bebidas en las 2 primeras semanas, 0,8 pp más que en junio.
"Seguimos diciendo que el verdadero test para ver si entramos en un régimen de inflación mensual más bajo deberá hacerse con la actividad repuntando, sumado a salarios recortando la caída de los últimos tiempos. En ese momento podremos ver si las expectativas inflacionarias están realmente ancladas a la baja", dijeron.
Desde LCG esperan una inflación en torno al 160% anual para 2024, lo que implicaría un 235% promedio anual en todo el año.
Econviews: "Julio está caliente"
"Julio es un mes de alta estacionalidad por las vacaciones de invierno y por los memes de Julio Iglesias", dicen desde Econviews, combinando un poco de humor con datos de alta frecuencia.
"Así que cada uno puede elegir el que le guste, pero podemos sugerir uno que dice 'Julio no pinta bien' u otro que dice 'Julio está caliente', lo que sería paradójico porque justamente lo que calienta los precios de los alimentos es el frío", dijeron.
¿Cómo vienen las subas en julio?
"Nuestro relevamiento en supermercados muestra que los precios vienen acelerando", dijeron en Econviews. Las primeras semanas ya no fueron tan tranquilas. Los precios de las frutas y verduras hacen el mayor aporte, y esto tiene un fuerte componente estacional: el extremo frío afecta a la producción.
En la tabla se puede ver que el efecto es dispar: el tomate, la naranja y la banana son los productos con mayor variación en la segunda semana de julio.
"Siendo que pesan 4% en el índice general, el aporte de la verdulería va a ser relevante en la cifra de julio", dijeron desde la consultora que capitanean Miguel Kiguel y Andrés Borenstein.
Según Econviews, los alimentos hoy corren al 3,9% mensual, bastante por encima que el ritmo de junio.
Con tarifas más pisadas, desde Econviews esperan "una cifra similar a la de junio". Y lanzas una advertencia: "Para hacer sostenible la baja de la inflación es necesario que los precios relativos terminen de acomodarse". Eso incluye a las tarifas, y también al dólar
"La inercia inflacionaria va a continuar si no se aplica un plan de estabilización", sentencia Econviews. Mientras se sigan atrasando las subas de tarifas, eventualmente hay que corregirlas y eso colabora en la inflación esperada. La recuperación de los salarios reales, que se encuentran muy bajos, va a ayudar en algo a salir de la recesión a la par de que van a dar margen como para subir un poco más los precios.
"El dólar oficial es otro precio que consideramos atrasado, y su corrección, dependiendo de cómo ocurra, puede tener un impacto en precios. Hasta que no se corrija el desequilibrio cambiario, seguirá la incertidumbre que también impacta en el nivel de precios general",dicen.
