Panorama

Incertidumbre: aquí se corre y en el mundo las cripto asoman

El viernes, por empleo encendido, las tasas largas de EE.UU. subieron más y el dólar saltó en América Latina. En Argentina los dólares libres brincaron, a pesar de quema de dólares, bonos y de parking o corralito para operar bonos. Se abandona el riesgo y el bitcoin tiene otro buen momento.
Luis Varela 09-10-2023
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No son tiempos sencillos. Sucede lo que ya ocurrió muchas veces, y vuelven a la luz frases viejas repetidas: "en todas partes se cuecen habas". Lo acabamos de ver este fin de semana con un ataque a Israel, lo vemos con la corrida y la pobreza en Argentina y hasta el Capitolio norteamericano está sumido en un caos, con Trump avanzando como una aplanadora, con la idea de disputarle la presidencia a Biden en noviembre de 2024, dos candidatos de 80 años.

Empleo y tasas en EE.UU.

 

En medio de todo eso, producto de los últimos coletazos de la gigantesca cantidad de dólares repartida durante el covid, el viernes se conoció un notable informe empleo en EE.UU.: en setiembre se crearon en ese país 336.000 empleos no agrícolas, cifra que casi duplica las 170.000 estimadas y más alta que el mes anterior. Por lo que la tasa de desempleo se mantiene en el 3,8% (la previsión era que bajara una décima hasta el 3,7%) y eso ayuda a que la inflación sea resistente.

Con esa foto, volvió a resurgir entre los inversores la gran pregunta: ¿Qué hará la Fed? ¿Subirá otros 25 puntos básicos su tasa base en noviembre? ¿La mantendrá alta más tiempo? Muchos informes bancarios dicen que probablemente eso ocurra, y estiman que el costo del dinero se mantendrá alto hasta mediados de 2024, por lo que Citibank precisó en su informe trimestral "el aterrizaje suave no está llegando, pero tarde o temprano la recesión ocurrirá".

Mientras los inversores mundiales tratan de digerir todo lo que ocurre, las tasas largas de EE.UU. volvieron a subir el viernes, con una particularidad, se aplanan aún más, las de plazos más largos se están acercando a las de plazos más cortos: se pagó 5,4% anual a 1 año, 4,7% a 5 años, 4,8% a 10 años y 5% a 30 años. Particularmente, estas tasas más altas en 16 años están afectando a las monedas globales de manera dispar: el dólar subió, y fuerte, en América Latina, pero no se movió o incluso bajó en otras regiones.

El dólar aquí y allá

 

En el balance semanal, el billete verde subió 4,2% la semana pasada en México, 3,6% en Chile y 2,4% en Brasil, pero no se movió en China y bajó 0,1% contra el euro y el yen, cedió 0,3% contra la libra y perdió 0,6% contra el franco suizo. Y en la Argentina, a las puertas de una elección presidencial decisiva, los dólares libres anotaron un salto vertical: el MEP trepó 17%, el blue subió 10% y el contado con liquidación (o dólar fuga) aumentó 6,7%, con el tipo de cambio oficial clavado en el mismo lugar desde hace ocho semanas, o sea desde las PASO.

Y esta consistente corrida cambiaria provoca brechas que rompen la economía: la diferencia anotada el viernes entre el dólar oficial y el blue fue del 139% y la brecha entre el ccl y el mayorista fue del 150%. Y esos números no fueron mayores porque el Gobierno intervino y encepó más: alargó a cinco días las operaciones con bonos (parking) para comprar dólares por esa vía. Y además, se duplicó la cantidad de dólares que gasta el BCRA para que la tapa de la olla a presión no salte, y que con ello el puchero vuele por el aire: la semana pasada el BCRA perdió reservas por US$ 661 millones (US$ 131 millones el viernes), por lo que en un Banco Central sin dólares se duplicó la venta diaria que se debe vender para tratar de frenar como sea el valor real de dólar.

Y en el sistema financiero, el goteo de depósitos se va transformando en un hilo de agua que se va. Con tasas que pagan 9,04% mensual y una inflación de septiembre que la Ciudad midió en el 12% mensual (140% anual, veremos qué dato nacional entrega el Indec el próximo jueves), en un mes y medio, por numerales de tasa, el stock total de depósitos a plazo fijo debió haber crecido de $16,1 billones a $18,4 billones, pero la cantidad sigue congelada en $16 billones, por lo que en términos reales se fueron $ 2,4 billones. Todo ese dinero fue a fondos a un día (listos para desensillar antes del 22 de octubre), fue a compra de bienes (más inflación) o directamente a dólares (fuga, cajas de seguridad o el colchón).

En la intervención, el BCRA no usó sólo dólares, también gastó bonos, que prometen pagar tasas a vencimiento que están otra vez en un imposible 54,4% anual en dólares, lo cual advierte que estamos otra vez en zona de default, de otra reestructuración o de reperfilamiento. Por lo que la semana pasada los bonos cayeron otro 4,8% y el riesgo país saltó hasta los 2.675 puntos básicos (sube 764 puntos desde el triple empate de las PASO).

Las bolsas amenazadas

 

Las altas tasas de los bonos largos de la Fed funcionan como una aspiradora para miles de inversores, por lo que las Bolsas mundiales están enfrentando un momento de desarme de posiciones. Sólo la Bolsa de Buenos Aires se salvó: después de la fuerte caída del 23% en dólares que había registrado el índice MerVal desde el triple empate, la semana pasada hubo inversores que eligieron a las acciones argentinas como posible refugio. Así, la semana pasada la Bolsa porteña subió 12,1% en pesos y 1,9% en dólares, mientras que sólo el tecnológico Nasdaq de Nueva York estuvo arriba del agua, con un avance del 1,6%, en resto estuvo todo para abajo. La semana pasada el industrial Dow Jones cedió 0,3%, Frankfurt bajó 1%, Madrid retrocedió 2%, San Pablo 2,1%, México 2,4%, Tokio 2,7% y Santiago de Chile cayó 3%.

Pero no solo las bolsas fueron impactadas por las altas tasas estadounidenses: las materias primas también mostraron preocupación por el nivel de actividad que viene y con eso la soja en Chicago bajó 0,9% (con la Bolsa de Rosario operando muy poco), el níquel cedió 0,9%, el oro perdió 1%, el cobre 2,9%, la onza de plata cayó 3%, el aluminio retrocedió 4,8% y el petróleo se hundió 8,9%. Y en este momento de gran confusión, tal como sucedió en otras ocasiones, las criptomonedas fueron el refugio elegido y el Bitcoin fue lo mejor de la semana con una suba del 3,9% en dólares.

Conocida toda la radiografía, debe agregarse que la corrida de los dólares libres no fue sofrenada únicamente con quema de bonos y de dólares. Hubo un control de la AFIP en el microcentro, con varios allanamientos a bancos y ALyC, y tuvo impacto el "corralito MEP", hay que esperar cinco días para vender los bonos que se compran, y como vienen varios feriados, quedan apenas tres ruedas para poder realizar este tipo de operaciones antes de la elección, ya que por los feriados sólo quedan ocho ruedas con negocios hasta el 22 de octubre: lo que se compre a partir del cuarto día ya habilitará volver a operar el lunes 23, es decir un día después de conocido el resultado electoral.

Por supuesto, sin que ningún argentino le preste atención a las encuestas, ya que ninguna acertó ni de cerca lo que ocurrió en las PASO, nadie sabe qué va a pasar el 22. Se desconoce si habrá ganador en primera vuelta, ni tampoco cuáles serían los dos candidatos que accederán a la segunda vuelta. Tal como ocurrió tras las PASO, los inversores creen que si Massa llega a quedar tercero, es altamente posible que vuelva a realizar una devaluación disruptiva, como el 22% del 14 de agosto pasado. Frente a eso, para tratar de bajar la fiebre con una aspirina, el viceministro Gabriel Rubinstein dice que el 23 de octubre no van a devaluar (¿y qué otra cosa puede decir?) y que mantendrá el dólar oficial a $350 hasta el 15 de noviembre. Por lo que sí devaluarán después del balotaje, para luego pasar a un crawling peg del 3% mensual, esperarán que el FMI vuelva a dar otro acuerdo con el nuevo Gobierno (que deberá pasar por el Congreso).

Cobertura de empresas

Pero los contratos de dólar oficial futuro que se pactan en el Rofex muestran las coberturas que buscan las empresas. Ven un dólar "oficial" de $378 para fin de octubre, de $480 para fin de noviembre, de $713 para fin de diciembre, de $885 para fin de enero y de $13.70 para fin de agosto, por lo que los que ponen dinero imaginan que el tipo de cambio oficial crecerá al menos 300% el próximo año, mientras que hoy los dólares libres están 145% más arriba que el oficial.

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