El nivel de actividad económica registró un incremento en octubre del 4,5% respecto a igual mes de 2021, impulsado principalmente por el sector de hoteles y restaurantes, según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Sin embargo, el Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) mostró en octubre una baja de 0,3% mensual en la medición desestacionalizada.
Así, registró la segunda caída consecutiva luego de la merma de septiembre (-0,2%).
Al respecto, la consultora LCG señaló: "Luego de 5 meses al hilo de crecimiento, la economía parece haber entrado en un estancamiento, acumulando su segundo mes consecutivo contractivo. Si bien restaría observar un período más largo para afirmar una tendencia, cabe destacar que en los últimos 2 meses se perdió 0,5% de producto (equivalente a un ritmo del -2,9% anualizado)".
En tanto, en los primeros 10 meses del año acumuló un crecimiento de 6,1% respecto a igual periodo de 2021.
Con relación a octubre del año pasado, 12 de los 16 sectores que conforman el Emae registraron subas, entre los que se destacaron explotación de minas y canteras (+12,5%) y hoteles y restaurantes (+27,2), el cual estuvo impulsado principalmente por la tercera edición del programa PreViaje.
- En octubre se registraron 4,2 millones de pernoctaciones en los alojamientos argentinos, un crecimiento del 48% en comparación con el año anterior.
Por su parte, el sector de comercio mayorista, minorista y reparaciones (+5,3%) fue el de mayor incidencia en la variación interanual del estimador, seguido por industria manufacturera (+3,8%) y transporte y comunicaciones (6,1%).
Respecto al sector de pesca (-29,6%) fue el que registró la mayor caída en la comparación interanual, seguido de intermediación financiera (-1,8%), y de Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (-0,3%).
¿Qué se espera?
"Nuestra proyección para 2022 es un crecimiento promedio de 5,6% anual, el que esconde el arrastre estadístico de 3 puntos porcentuales que dejó la recuperación de 2021. En efecto, medido punta contra punta, esperamos un crecimiento de sólo 2,9% anual. De cara a 2023, en un escenario de continuidad en el cual las restricciones y desequilibrios siguen latentes, proyectamos un crecimiento por debajo del 1% anual, en línea con el arrastre que deja este año", afirmó LCG.
"La continuidad planteada pone un límite a la inversión haciendo prevalecer la figura de esperar y ver en buena parte de las decisiones a tomar. A su vez la necesidad de seguir acumulando reservas sin corregir el tipo de cambio demandará el sostén de los controles sobre las importaciones y flujos de capital con impacto sectorial y en la inversión", agregó.
"Por otro lado, en el marco de la convergencia fiscal que imponen el acuerdo con el FMI y la escasez de financiamiento (tanto en pesos como en dólares) difícilmente el consumo público pueda ser el que genere la tracción. Y el aporte del consumo privado, con salarios que no sostienen el mismo ritmo de ajuste que los precios, será más bien anémico impulsado por el reflejo de anticipar consumo que impone una inflación de tres dígitos. La dinámica de las exportaciones podrá jugar a favor, pero estará sujeta a los efectos de la sequía y una menor demanda mundial fundada en el crecimiento todavía acotado de China y Brasil", concluyó la consultora.
