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¿Qué le pasa a la marca alemana?

Audi se debate entre la Fórmula 1 con Colapinto y una crisis sin precedentes

Miles de trabajadores se movilizaron frente al Parlamento Europeo ante la posibilidad de que la compañía cierre su planta de Bruselas y despida al menos a 1.500 empleados. Reclamaron un plan industrial para el sector automotor y denunciaron el fin del "dumping" chino.

Importante movilización de empleados del sector automotor en el centro de Bruselas.
Importante movilización de empleados del sector automotor en el centro de Bruselas.
17 septiembre de 2024

Paradójicamente, mientras Audi es noticia por su proyecto de desembarco en la Fórmula 1 en 2026 y que incluso podría incluir al argentino Franco Colapinto como uno de sus pilotos, la automotriz vive una crisis sin precedentes con amenaza de despidos y cierre de su planta en Bélgica.

Este lunes, más de 5.000 personas, según la Policía, y alrededor de 10.000, según los sindicatos, se manifestaron en Bruselas para pedir a las autoridades europeas un plan industrial ante la situación del sector automotor y protestar en contra de la reestructuración que se avecina.

Los manifestantes -convocados por los sindicatos belgas junto con la federación sindical europea, industriAll Europe, llegaron desde distintas partes del país y de otros países como República Checa, Italia y Luxemburgo.

Se reunieron en la estación de tren del Norte de Bruselas antes de marchar hacia la sede del Parlamento europeo, con pancartas en apoyo de Audi y pidiendo el fin del "dumping" chino de productos industriales.

Un gran número de los 3.000 trabajadores de Audi, el 90% de los cuales corren el riesgo de perder sus empleos el próximo año, encabezaron la marcha pacífica en una nube de humo verde y rosa, los colores de los principales sindicatos.

Audi comunicó el pasado 9 de julio una reestructuración de su planta en Bruselas para poner fin a la producción del modelo eléctrico Q8 e-tron, el único que se fabrica en las instalaciones, lo que supondría el despido de unos 1.500 empleados en una primera fase.

Desde entonces se han sucedido distintas marchas y movilizaciones pero nunca una tan importante como el de este lunes, en la previa de la reunión del Comité de la empresa, que tendrá lugar este martes 17.

Audi podría dejar sin trabajo a unos 1.500 empleados si decide el fin de la producción en su planta belga.
Audi podría dejar sin trabajo a unos 1.500 empleados si decide el fin de la producción en su planta belga.

"Queremos enviar una señal contundente a las autoridades europeas, que están poniendo las cosas difíciles a la industria belga, pero también a la europea. La industria manufacturera está migrando principalmente de nuestros países", dijo Patrick Van Belle, director del sindicato socialista de Audi.

Por su parte, el secretario permanente del sindicato Central Nacional de Empleados (CNE), Ludovic Pineur, expresó: "Queremos mandar el mensaje a Europa y al futuro gobierno de Ursula Von der Leyen de que hace falta con urgencia una política industrial con empleos de calidad, estables e inversiones".

"Europa siempre dijo que quería que su industria sea lo más competitiva posible a nivel mundial, autónoma y resiliente, sin embargo, hay que constatar que la industria europea se hunde y hay millones de empleos que se están hundiendo también", añadió Pineur.

La marcha es la última señal de los crecientes temores de que se pierdan industrias europeas clave, ya que el continente lidera el mundo en la transición climática y se ve superado por competidores más baratos en el extranjero.

La fábrica de Audi, marca premium que forma parte del Grupo Volkswagen, se encuentra en el barrio bruselense de Forest y simboliza esos temores al mostrar que incluso una instalación que fabrica exclusivamente vehículos eléctricos no es segura.

Audi ya anunció el cese de la producción del Q8 e-tron ante la caída en las ventas de autos eléctricos.
Audi ya anunció el cese de la producción del Q8 e-tron ante la caída en las ventas de autos eléctricos.

Panorama incierto en el Grupo Volkswagen

El Grupo alemán Volkswagen se encuentra en un momento crítico y, con una dirección que piensa en recortes de personal y cierres de plantas, el sindicato IG-Metall, la organización de trabajadores más importante del sector industrial, se mostró en desacuerdo con las ideas de reestructuración en las altas esferas de la compañía.

Según las estimaciones de Arno Antlitz, responsable de Finanzas del Grupo, el consorcio tiene un año o tal vez dos para corregir su situación, comprometido por datos como la caída que ha sufrido en el segundo trimestre de 2024 las marcas Audi, cuyas ventas cayeron un 11,3 % en ese periodo, o Volkswagen, que también vio caer la adquisición de sus vehículos un 5,2%.

Sobre la marca Volkswagen en particular pesa ya un programa de ahorro valorado en unos 10.000 millones de euros.

En este contexto, la empresa ha empezado a valorar, por primera vez, el cierre de al menos un centro de producción en Alemania, algo que está acompañado de especulaciones sobre despidos que han generado rechazo en IG-Metall.

"Volkswagen ha atravesado numerosas crisis en el pasado. En ellas, el principio era que los retos debían superarse con los trabajadores y no contra o a costa de los compañeros", declaró días atrás Jan Mentrup, sindicalista de IG-Metall en Baja Sajonia, estado donde el Grupo Volkswagen tiene su sede central en Wolfsburgo. 

"La dirección ha roto ahora con esta cultura empresarial: ¡es una absoluta violación de un tabú!", exclamó.

Entre los otros esfuerzos actuales del Grupo frente a la crisis se cuenta el intercambio que trascendió de directores financieros entre la marca que da nombre al consorcio y el de la filial española Seat.

Patrik Andreas Mayer, hasta hace pocos días responsable de Volkswagen, intercambiará su cargo con David Powels en España, algo que, para la publicación económica Manager Magazin es una forma de "descenso" profesional, dado que la marca alemana vende unas siete veces más vehículos que la española.

La escasa demanda de los autos eléctricos es uno de los problemas señalados para explicar los problemas del Grupo Volkswagen, aunque también la contracción del consumo de sus productos en China supone un considerable lastre para la firma alemana.

En IG-Metall opinan que, para superar la crisis, es preciso "una política de modelos atractiva, un verdadero vehículo del pueblo para el área de la electromovilidad, es decir, por debajo de 25.000 euros a la venta".

Con información de Reuters y EFE.

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