Como profesionales del campo, debemos comprometernos con el estricto cumplimiento de las medidas de seguridad y mantenernos al tanto de los últimos avances tecnológicos. La capacitación continua en seguridad es esencial para garantizar que cada proyecto se desarrolle sin incidentes.
Liderar equipos de trabajo responsables y seguros no es solo un requisito, sino una necesidad.
En este sentido, hay que darle vital importancia a la Seguridad e Higiene, dos conceptos que abarcan distintas acciones que se aplican para resguardar la vida tanto de quienes participan de la obra como de terceros.
La seguridad implica las medidas adoptadas para evitar accidentes, como por ejemplo los elementos de protección de los trabajadores (cascos, guantes, antiparras, arneses), los vallados, los tableros eléctricos reglamentarios, entre otras.
Las acciones de higiene, por su parte, se adoptan para prevenir enfermedades crónicas que se van desarrollando paulatinamente, tales como la pérdida de audición, las vinculadas al músculo esquelético, las deficiencias respiratorias, entre otras.
Medidas de protección
Los Elementos de Protección Personal (EPP) son aquellos dispositivos utilizados para generar una barrera física contra el riesgo y, de esta manera, prevenir casos de accidentes graves. En este sentido, son ejemplo de ello la protección ocular, respiratoria y los zapatos de seguridad, además de los mencionados más arriba.
En Argentina, la ley establece la obligatoriedad de que el empleado los utilice con el objetivo de protegerlo de posibles lesiones. Para ello, es fundamental hacer un buen análisis del riesgo y determinar cuál es el EPP adecuado para cada tarea.
Además del uso de EPP, hay que implementar medidas de seguridad colectiva como señalizaciones, protección en los tableros eléctricos, extintores o condiciones adecuadas en espacios comunes de circulación o de acopio de materiales. Dichos recaudos complementan estas disposiciones y hacen que el ambiente laboral sea más seguro para todos.
Innovación tecnológica
Por último pero no por ello menos importante, la innovación y la tecnología se convierten en aliados naturales y decisivos del sector en esta materia.
Big data, Internet de las Cosas (IOT) y realidad virtual ya ayudan a cimentar una respuesta sólida al problema de los accidentes de trabajo en la construcción.
La aparición de aplicaciones y plataformas relacionadas con la documentación y la gestión en obras de edificación (con casos como libros electrónicos, portales para documentación, etc.) también han mejorado el nivel de la prevención. Y la utilidad del manejo de proyectos en 3D permite gestionar la prevención de riesgos laborales con diferentes herramientas digitales, mejorando así la comunicación, la trazabilidad de las incidencias y fomentando el trabajo colaborativo.
Una planificación responsable permite estrechar el contacto entre arquitectos, directores de proyecto, coordinadores de Seguridad e Higiene y fabricantes, y brinda las herramientas para armar equipos de trabajos responsables y seguros.
