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El último año los argentinos registraron mayor estrés y disminuyó su nivel de felicidad

Así lo determina el Observatorio de Tendencias Sociales de la Universidad Siglo 21, que realiza este relevamiento desde 2018. Los niveles de burnout son los más altos históricos desde que se hace la medición.

El nivel de burnout crece entre los argentinos sin distinción de edad, sexo o nivel académico.
El nivel de burnout crece entre los argentinos sin distinción de edad, sexo o nivel académico.
08 agosto de 2024

El Observatorio de Tendencias Sociales, Educativas y Empresariales de Insight 21, hub de Conocimiento de Universidad Siglo 21, dio a conocer los resultados de dos de los informes que realiza anualmente desde 2018 que miden, de manera independiente, el Nivel de Felicidad y el Nivel de Burnout en Argentina, y los datos son cuanto menos preocupantes.

Si bien se pueden sacar múltiples conclusiones y teorizar acerca de los resultados, la foto nos muestra que en el último año los argentinos registraron mayor estrés y disminuyó su nivel de felicidad.

A su vez subyacen distintas aristas como que los niveles de "burnout" son los más altos históricos desde que se realiza esta medición y que los adultos de entre 50 y 59 años son los que presentan niveles ligeramente superiores al resto.

El alza en la medición de burnout en el último año es notoria.
El alza en la medición de burnout en el último año es notoria.

"El bienestar emocional es crucial para el desarrollo de la población y, por ende, debe ser considerada una de las prioridades tanto en las políticas públicas como corporativas", resalta Leonardo Medrano, Secretario General de Academia y Desarrollo de Universidad Siglo 21.

"Desde una perspectiva económica, el burnout y la baja felicidad no sólo afecta la calidad de vida de las personas y la cohesión social, sino que también repercute en la productividad. Por eso esta problemática requiere de una atención sostenida por parte de todo un ecosistema que integre sector público, privado, tercer sector y academia", agrega Medrano, quien es Licenciado y Doctor en Psicología por la Universidad Nacional de Córdoba.

Según los datos recopilados por el Observatorio de Tendencias de Insight 21, uno de cada tres argentinos se siente tan cansado que no puede realizar otras actividades después del trabajo a causa del llamado "burnout".

"El burnout está asociado a lo laboral y remite a un estrés crónico y agudo que produce un agotamiento, que nos deja exhaustos, provocando cinismo y todo tipo de desconexión", explica Luis Morera, Director del Observatorio de Tendencias Sociales en la Universidad Siglo 21.

"Hay que darle la atención necesaria a esto ya que es la puerta de entrada a otras a problemáticas complejas", sostiene quien es Licenciado en Biología Molecular, Doctor en Ciencias Químicas y tiene un Postdoctorado en el campo de las Neurociencias, focalizado precisamente en el estudio del síndrome de burnout en el ámbito laboral y sus biomarcadores.

"Quien padece burnout tiene altas probabilidades de desarrollar una depresión y un 80% más de chances de sufrir enfermedades cardiovasculares", aporta.

Desde 2015 la Organización Mundial de la Salud (OMS), la felicidad y el bienestar son elementos esenciales para el desarrollo de una comunidad. Contar con cierto nivel de bienestar permite a las personas afrontar el estrés cotidiano, asumir nuevos desafíos, trabajar de forma productiva o desarrollar su talento.

Quienes padecen burnout son propensos a desarrollar otras afecciones más graves.
Quienes padecen burnout son propensos a desarrollar otras afecciones más graves.

Cómo se realizan estos estudios y qué conclusiones se sacan

El Observatorio de Tendencias de Insight 21 ncuesta anualmente 1050 casos con el Cuestionario de Burnout de Maslach (MBI). 

Se trata de una encuesta telefónica a través de un cuestionario estructurado con un muestreo que incluye hombres y mujeres de entre 18 y 65 años residentes en distintos puntos del país.

El análisis interanual de los datos obtenidos entre 2018 y 2024 demuestra un incremento significativo en el grado de estrés y agotamiento emocional en el último año: el 24% de la población afirma que la mayor parte de los días siente que no puede relajarse después del trabajo y que le cuesta cada vez más iniciar una nueva jornada laboral.

No hay diferencias significativas entre hombres y mujeres, y si bien siempre se señaló que el nivel educativo es considerado un "factor protector", en el último año personas con posgrado experimentaron un "preocupante aumento en la percepción del estrés".

La mitad de los argentinos está conforme con su vida pero la caída general de la felicidad es marcada.
La mitad de los argentinos está conforme con su vida pero la caída general de la felicidad es marcada.

En ese sentido, los grupos más vulnerables son los compuestos por personas más jóvenes, con menor nivel educativo e inferiores ingresos, quienes muestran niveles de estrés más elevados.

Si bien sería erróneo superponer ambos estudios (cuyos resultados se dieron a conocer en simultáneo), el Informe de Felicidad del último año sorprendió con un dato: el único grupo etario que mostró una tendencia positiva en los niveles de felicidad fue el de los jóvenes entre 18 y 29 años.

"La felicidad es un camino hacia el desarrollo óptimo. Desafortunadamente, las crisis sociales y económicas en Argentina han llevado a que el bienestar emocional no sea considerado un recurso estratégico para el desarrollo nacional", subraya el Informe.

"Es necesario que las organizaciones, empresas e instituciones educativas implementen acciones sistemáticas dirigidas a promover el bienestar y la felicidad de la población", puntualiza.

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