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Cannabis medicinal y cáñamo industrial: dictamen sería lunes

Tras la presentación de Kulfas el miércoles, hoy volverán a reunirse las comisiones y el lunes habría despacho.

Matias-Kulfas-plenario-cannabis-Senado-1
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02 julio de 2021

La ley marco para el desarrollo productivo del cannabis medicinal y el cáñamo industrial avanza en el Congreso y el oficialismo espera tener despacho de comisión el lunes que viene. Hoy y el lunes seguirán las reuniones en comisión. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, se presentó el miércoles por primera vez ante los senadores para defender la iniciativa y cosechó buenas perspectivas.

El Gobierno considera que esta industria puede traerle a nuestro país muchísimos beneficios económicos y de desarrollo tecnológico productivo. En un plenario virtual con las comisiones de Agricultura, Ganadería y Pesca; Presupuesto y Hacienda y Seguridad Interior y Narcotráfico, Kulfas planteó los ejes que considera centrales a la hora de plantear esta iniciativa.

“Lo que venimos a presentar es muy importante para el desarrollo productivo del país. Formalizar una actividad con amplias posibilidades de desarrollo para todo el territorio nacional”, aseguró el ministro con respecto al proyecto que busca fomentar la cadena productiva de cannabis medicinal y de cáñamo industrial.

Oportunidad

En principio, más de 50 países ya cuentan con algún tipo de legislación de cannabis para uso medicinal e industrial. “Muchos en América, otros en Europa y también en el sur de Africa. Siendo los líderes de producción: Israel, Canadá y Estados Unidos”, indicó Kulfas.

Según los datos que maneja Desarrollo Productivo, en el año 2000 solo se vendió una tonelada de cannabis medicinal mientras que en la actualidad esa cifra aumentó a 500 toneladas por año. “Y se espera que dentro de tres años sea una industria que genere US$ 42.000 millones. Además, genera empleos, se desarrolla conocimiento y hay un gran encadenamiento productivo”, aseguró.

Hay que recordar que la legislación actual y vigente permite la producción de cannabis medicinal, pero en baja escala. Un marco legal nacional permitiría que esa escala aumente y además generaría regulaciones para evitar, en palabras de Kulfas, “desvíos al mercado ilegal”.

En relación al cáñamo industrial, el ministro opinó que no debió ser incluido como estupefaciente ya que el contenido de THC, la parte psicoactiva de la planta, es muy baja. “Es una industria de larga data. Incluso Manuel Belgrano escribió sobre sus ventajas y hoy en día se puede usar para insumos como fibras textiles, papel, reemplazo del plástico, etcétera”, aseguró Kulfas.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta las ventajas ambientales del cáñamo, en un mundo donde avanza y se discute cada vez más la necesidad de una “economía verde”. El costo de producción de esa industria es bajo, mejora la estructura del suelo gracias a sus raíces, no demanda herbicidas y es un cultivo con huella de carbono negativa.

El Gobierno prevé que, de ser aprobado el proyecto, se creará la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y Cannabis medicinal (Ariccame) para regular y fiscalizar toda la cadena productiva. Estará dentro del ministerio de Desarrollo Productivo pero conectado con los ministerios de Salud; Ciencia y Tecnología; Agricultura y Seguridad.

La agencia contará con cinco directivos y una partida presupuestaria de $100 millones al año con el objetivo de que se sostenga sola porque será la encargada de dar las licencias para los productores. “En ese sentido, habrá un enfoque particular para promover a las pymes y los pequeños desarrollos. También estarán las grandes inversiones, porque creemos que todos pueden convivir, pero nos enfocaremos en los primeros”, indicó el ministro.

Beneficios de la ley

La intención del Gobierno, o lo que espera con la aprobación de la ley, es que el acceso a terapias basadas en cannabis medicinal sean mucho más accesibles para quienes las necesitan. Por otro lado, se especula con la creación de 10.000 puestos de trabajo en los próximos tres años. Un gran porcentaje de esos empleos estarían vinculados a la investigación y desarrollo, por lo que Argentina podría aprovechar y expandir su gran capacidad de investigación científica.

En ese mismo plazo se podrían vender U$S 500 millones al mercado interno y U$S 50 millones en exportaciones. De todas formas, Desarrollo Productivo confiesa que esos cálculos son “muy cautelosos”, por lo que los beneficios económicos podrían ser todavía mayores. Además, se abriría la puerta para generación de conocimiento en la industria del cannabis, desarrollo federal de este producto y la oportunidad de crear productos derivados del mismo durante la cadena de producción.

La respuesta de los senadores

Como era de esperarse, la mayoría de los senadores y senadoras que participaron del plenario se mostraron a favor del proyecto que planteó Kulfas.

Silvina García Larraburu, senadora de Río Negro por el Frente de Todos; Guadalupe Tagliaferri, del Pro en Ciudad de Buenos Aires y María Eugenia Catalfamo, por el Frente de Todos en San Luis, fueron algunos de los que manifestaron eso.

Catalfamo presentó una propuesta para que la agencia Ariccame incluya algún tipo de consejo para que las provincias, a través de los gobernadores, puedan participar.

Kulfas explicó que por cuestiones relacionadas a la legislación penal, las provincias no pueden legislar pero se mostró abierto a incluir un organismo de asesoramiento permanente conformado por los gobernadores.

El Senado tiene la mayoría de las bancas ocupadas por miembros del Frente de Todos, por lo que es muy probable que se consiga la media sanción. En tanto, restará ver cuál es el recibimiento en Diputados donde el oficialismo la tiene, como siempre, un poco más difícil. Aunque no se espera que haya tantas dificultades para que sea sancionado.

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