El jueves pasado, empezaron a operar los nuevos bonos del canje en legislación extranjera, tras el acuerdo con los acreedores privados de la deuda externa. No obstante, se trató apenas de las primeras operaciones: en ese momento, los títulos no habían sido entregados aún, por lo que el mercado tenía muy poca profundidad. El arranque formal de estos bonos en el mercado fue en la jornada de ayer. También empezaron ayer los nuevos bonos bajo legislación local.
Sin embargo, las operaciones de ambos tipos de bonos no pudieron ser vistas plenamente en la jornada de ayer y el mercado se mantuvo con muy poca liquidez. Por un lado, porque ayer fue día festivo en Estados Unidos (Día del Trabajador), entonces los bonos bajo legislación extranjera no operaron. Por otro lado, respecto a los bonos bajo legislación local, sólo se operaron contra pesos y no contra dólar porque está el parking de cinco días, el cual empezó a regir desde ayer.
“El volumen operado (ayer) fue muy chico. Más o menos las tasas de interés siguen siendo de alrededor del 11%, al igual que la semana pasada. Todavía faltan algunos detalles para tener más liquidez en el mercado de los nuevos bonos. En los títulos bajo legislación local, también se ven tasas aproximadamente del 11%, pero todavía falta liquidez también, que se puedan vender contra dólares”, detalló Jorge Neyro, economista jefe de la consultora ACM, ante El Economista.
De esta manera, los nuevos bonos bajo legislación extranjera empezarán a cotizar plenamente a partir de la jornada de hoy. Respecto a las tasas de interés con la que seguirán estos títulos, el analista financiero Diego Sacerdote estima que no habrá muchos cambios respecto al “mercado gris” en el que estuvo operando desde el jueves pasado, es decir, en torno al 11%, según indicó en diálogo con este medio.
En este marco, el Merval arrancó ayer la semana con una suba de 1,4%, luego de haber caído 2,9% la semana pasada. Por su parte, el riesgo país retrocedió apenas 0,2% para cerrar en poco menos de 2.150 puntos básicos en la escala del JP Morgan. La expectativa del mercado es que en los próximos días, con la operación a pleno de estos títulos, el riesgo país se disminuya a la mitad y se ubique en la zona de los 1.100 puntos básicos.
“Para seguir comprimiendo spreads es clave que el Gobierno dé señales de un proceso de consolidación fiscal hacia 2023, en el marco de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que permita extender los vencimientos con el organismo, una vez descomprimido el perfil de vencimientos en dólares con el sector privado”, señaló Federico Furiase, director del Estudio EcoGo, en diálogo con El Economista.
De acuerdo con el economista, el Banco Central probablemente empiece pronto a vender parte de los bonos en dólares que ahora tienen liquidez contra pesos para tratar de disminuir la brecha, pero esto sólo funciona si hay demanda de bonos en dólares y baja en el riesgo país. “Sino será difícil salir de este círculo vicioso de déficit fiscal financiado con emisión monetaria, presión en la brecha y caída de las reservas del Banco Central”, afirmó.
Una de las razones por las cuales el Banco Central podría empezar a vender bonos es para inyectar dólares al mercado local y traer cierto alivio ante la actual presión en la plaza cambiaria. Por este motivo, el mercado se encuentra expectante a lo que hará la autoridad monetaria con los títulos públicos en los próximos días.
Lo anterior se debe a la creciente demanda de dólares para atesoramiento que se viene presentando en los últimos meses, por lo que el Banco Central viene presentando importantes pérdidas en las reservas internacionales, que en este momento en términos netos son bajas, lo cual preocupa a las autoridades de la entidad que conduce Miguel Pesce.
