El Gobierno anunció ayer la pesificación de un par de rubros, medidas con las que busca conseguir un ahorro superior a US$ 300 millones al año. Se incluyó la remuneración que perciben las generadoras de electricidad en la modalidad spot, y la que se reconoce por la generación de las centrales hidroeléctricas binacionales.
Desde el Ejecutivo informaron que “la medida es una decisión del ministro de Desarrollo Productivo, Marías Kulfas, que en las próximas horas firmará el secretario de Energía, Sergio Lanziani, y alcanza la generación vieja o spot, comprendida en la resolución 1 de 2019 que recibe una remuneración definida por la autoridad de aplicación”.
Por otra parte recordaron que el “segmento de la generación de energía tiene un impacto del orden de 50% en la factura de electricidad, en tanto que la transmisión y la distribución del sistema se reparte el restante 50% de las facturas”.
En tanto, precisaron que “la resolución que será publicada en los próximos días en el Boletín Oficial dispondrá la reducción de la remuneración que perciben las generadoras de energía spot y su pesificación, y alcanzará a las represas y a grandes generadoras que cuentan en su parque con varios equipos denominados viejos y de menor eficiencia”.
El segmento spot abarca al mercado de precios para la energía no sujeta a contratos de abastecimiento con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), cuyo precio de la energía eléctrica se define en función del costo marginal.
El segmento de la generación de energía tiene una participación del 50% en la factura de electricidad.
En tanto, indicaron que “la medida no alcanzará a las inversiones que se vienen registrando, al menos, en la última década que modernizaron el parque de generación eléctrica”
Por otra parte, la normativa determinará “la pesificación de las remuneraciones por generación de energía de las centrales hidroeléctricas binacionales”, es decir la represa de Yacyretá que se administra con Paraguay; y la de Salto Grande con Uruguay.
De esta manera, en el Ministerio de Desarrollo Productivo del cual depende la Secretaría de Energía, se estima que “el costo de energía eléctrica caerá aproximadamente de US$ 69 a 60/62 por Mw/h y redundará en una baja importante de generación”.
Remuneración
En el Gobierno explicaron que “entre 2015 y 2018 la remuneración que recibieron las empresas por la electricidad aumentó 60%”, a partir de una decisión de la administración de Mauricio Macri.
La resolución 1 fijaba para 2019 por el entonces secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, determinó un desembolso de US$ 1.344 millones, con una reducción promedio de 15% que según las empresas afectaría su nivel de inversiones. La nueva resolución que se dará a conocer en las próximas horas dispondrá un gasto para el Estado de US$ 1.026 millones, es decir una reducción de US$ 318 millones, casi 24% en promedio.
El precio de la energía está congelada en la práctica desde marzo de 2019 cuando el gobierno de Macri decidió postergar los aumentos para después de las elecciones nacionales, y a poco de asumir el actual gobierno comprometió no tocar las tarifas hasta junio, al menos, para lograr la normalización de la macroeconomía.
Por otra parte, Alejandro Einstoss del IAE General Mosconi explicó a El Economista que “la resolución afecta la retribución por potencia de las hidroeléctricas. La pesificación, en principio, generaría un ahorro fiscal que puede llegar a ser importante. Por eso, la decisión, entiendo, tiene una motivación fiscal, y en particular vinculada con los subsidios a Cammesa. Dicha empresa, que es la encargada del despacho, sigue comprando combustible para usinas, manteniendo una situación anómala para el funcionamiento del mercado de gas natural. Cammesa enfrenta un problema serio. En noviembre, el índice de cobrabilidad a distribuidoras era de 90% hoy está alrededor de 50%. Las usinas reciben dos componentes: potencias y energía. La energía, que es lo que efectivamente generan, está en pesos y lo fija Cammesa pero la potencia, que es la retribución por disponibilidad, está dolarizada. Ese componente se pesificaría y se actualizaría por algún índice de inflación. Hoy ese componente representa más de US$ 1.200 millones y pasaría a US$ 900 o US$ 1.000”.
