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Valientes y manos amigas moderaron un día negro para los activos del país

Las manos de la Anses y los bancos públicos, además de los valientes de siempre, ayudaron y algunos números terminaron en verde

Alejandro Radonjic 26 abril de 2019

Por Alejandro Radonjic

Arrancó mal. Pésimo. Todo rojo. El peso, los ADR, el Merval y los bonos, y siguió así un rato largo. Luego del mediodía, apareció algo de demanda, que moderaron los guarismos de un jueves que, aun así, fue de castigo para los activos de Argentina.

Además de las ventas de futuros por parte del BCRA y las de dólares de algunos bancos públicos, la Anses compró bonos, según consignó Bloomberg y los valientes (o temerarios) entraron muy abajo y salieron con interesantes ganancias.

El S&P Merval, luego de estar casi 5% abajo, recuperó terreno y finalmente cayó sólo 0,64% con un interesante volumen de $1.357 millones. Las bajas fueron lideradas por YPF (-2,86%) y CEPU (-2,75%) mientras lo mejor pasó por MIRG (+7,51%) y SUPV, revirtiendo un feísimo arranque y cerrando 6,05% arriba.

Los ADR en Wall Street llegaron a tener caídas de más de 10%, pero la situación mejoró y, quienes entraron allí, hicieron buenas ganancias. Al final del día, las bajas se moderaron hasta 4% y hubo algunos verdes.

Los bonos en dólares, informó SBS, abrieron nuevamente ofrecidos, cayendo entre US$ 3 y US$ 4 promedio en las primeras operaciones, cerrando finalmente el día con subas de 25 centavos a partir del tramo medio de la curva.

Por su parte la subasta diaria de Leliq dejó una tasa de 71,039% (+ 267 puntos básicos).

Finalmente, el dólar, el precio más mirado, tampoco dio respiro. Abrió muy tomador y llegó a superar $46,50 en las pizarras del MAE hasta que aparecieron los vendedores que lo arrastraron a $44,90, cerrando 95 centavos por encima del cierre del miércoles. Se negociaron US$ 504 millones spot.

“Todavía respiramos”, decía un trader tras la tensa jornada. “Podría haber sido peor”, dijo otro. Las expectativas han disminuido, ciertamente y nadie cree que la huida de los activos de Argentina haya terminado, aunque quizás se tome un respiro o, incluso, haya “relief rallies” (rachas de alivio, palabra en boga por estos días).

Como en 2018, fueron pocos los que vieron los movimientos de estos días de los mercados y nada indica que el “miedo a Cristina”, el principal driver bajista hoy, vaya a bajar en los próximos meses. Muy por el contrario, irá en aumento.

Caja chica o pared

Mientras sigue el debate de las causas, que siempre son varias, los economistas creen que se necesitan cambios. Los más extremos (e irreales) hablan de un reordenamiento de la oferta electoral de Cambiemos (el famoso “Plan V”) mientras que los más pragmáticos hablan de negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el permiso para usar reservas en la Zona de No Intervención (ZNI), que hoy va desde $39,75 hasta $51,45 y estará congelada hasta fin de 2019.

Ya lo habían pedido un trío de economistas (Eduardo Levy Yeyati, Marcos Buscaglia y Miguel Kiguel) en una columna en Financial Times. Ayer se sumó otro (Emmanuel Alvarez Agis), ex vice de Axel Kicillof en el segundo mandato de Cristina. En un informe, dijo: “Concretamente, proponemos que el BCRA discuta con el FMI la manera de perder US$ 10.000 millones. El BCRA podría anunciar una oferta de US$ 2.500 millones a $49 y que ese valor se actualizara a razón 2% por mes. Los US$ 2.500 millones restarían de los US$ 10.000 millones, dejando para las subastas diarias unos US$ 45 millones. Así, el BCRA podría tener un verdadero techo, sin anclar el tipo de cambio, pero con una flotación administrada razonable”, dijo Alvarez Agis.

Según averiguó El Economista, el FMI negó taxativamente esa posibilidad. Hasta ahora. Los riesgos del purismo cambiario pueden ser muy grandes.

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