Una economía dando variación positiva del nivel de actividad por segundo año consecutivo. Inflación bastante por encima de las metas del BCRA pero logrando romper la inercia de 20-25% de la previa, con tasas altísimas. Una creciente fragilidad externa con una cuenta corriente cada vez más roja. Mucho endeudamiento. Ese es el panorama que más de un analista ve para 2018. En esa línea se mostró también un informe publicado ayer por el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA).
La deuda será la que logrará sostener al menos por un año más el nivel creciente de la actividad que ya se registró este año. Así lo señaló ITE-FGA: “Como escenario base estimamos una variación positiva en la actividad con un piso de 2,5%, para el próximo año pero que mostrará una creciente fragilidad externa con una profundización en el déficit de Cuenta Corriente que estimamos alcanzaría -5,1% del PIB”. Y agregó: “Una vez más, esperamos que la deuda pública sea la rueda de auxilio que el Gobierno tomará para evitar una disrupción macro de magnitud”.
En ese sentido, destacó que “el crecimiento del próximo año requiere que las condiciones de acceso al financiamiento en los mercados globales no se vean negativamente alteradas. Sin embargo, la contracara es un proceso de endeudamiento que no parece brindar ninguna certeza de sostenibilidad y que en caso de no resultar financiable, profundizará los costos socioeconómicos de abandonar el esquema en curso”. Por el lado de la inflación, desde ITE-FGA esperan que el BCRA vuelva a incumplir por mucho la meta, ya que la inflación interanual a diciembre de 2018 cerraría en 18,5%. Es decir 6,5 puntos por encima del techo de la meta, que es de 10% con un margen de error de 2 puntos hacia arriba y hacia abajo. “De esta forma, persistirá el esquema de elevadas tasas de interés”, sostuvo.
