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La economía mejoró su perfil electoral

El nivel de actividad continúa en franca expansión, el empleo se recupera y los ingresos están aumentando desde comienzos de año

04 septiembre de 2017

Por Matías Carugati Economista jefe Management & Fit y Martín Mulleady Economista Management & Fit

Mucho se habló del rol de la economía en las elecciones. Nuestra postura, en base al Monitor Electoral (una compilación de 14 variables útiles para entender los resultados previos), era que el sesgo sobre las urnas estaba mutando de desfavorable a relativamente neutral. Con los resultados en mano podemos repasar esta mirada.

El nivel de actividad continúa en franca expansión. La economía logró recuperar el terreno perdido desde el cambio de gestión y en junio el crecimiento redondeó el 4% anual, con catorce de los quince sectores relevados en expansión. Los datos preliminares de julio muestran que la industria y la construcción, sectores importantes debido a su peso en el empleo, continuaron con el buen momento. El primero anotó una suba de 6% anual (+1% acumulado) y el segundo aumentó 20% anual (+9%). En el mismo sentido, nuestro indicador coincidente de actividad muestra que el crecimiento viene acelerándose por cuarto mes consecutivo, superando en julio la barrera del 6% anual.

El empleo se recupera. Si bien las últimas dos recesiones tienen similitudes (fueron potenciadas por shocks cambiarios), el impacto sobre el mercado laboral fue distinto. En concreto, el empleo cayó más en la recesión más reciente (-1% versus -0,6%, según el EIL del Ministerio de Trabajo). No obstante, ambos ciclos coinciden en que aproximadamente veinte meses después de la devaluación el empleo recuperó el nivel previo a la misma. Actualmente, en cuatro de los seis sectores relevados el empleo volvió a su nivel de noviembre de 2015. En tanto, los puestos de trabajo en el sector de transporte ya están casi recuperados, mientras que en la industria continúan en baja. También hay heterogeneidades a nivel regional, ya que en el interior del país el empleo creció más fuerte que en el Gran Buenos Aires, dato no menor teniendo en cuenta que se trata de un distrito muy importante en términos electorales.

Los ingresos están aumentando en términos reales casi desde comienzos de año. Si bien no recuperaron todo el terreno perdido en 2016, ciertamente están creciendo a buen ritmo. Descontada la inflación, los salarios en el sector privado formal registraron una suba de 7% anual a junio (+3% acumulado). En tanto, las jubilaciones y el salario mínimo, vital y móvil (aproximación indirecta al salario informal) lo hicieron en 6% y 7%, respectivamente, a julio (+1,4% y +2% en el acumulado). Parte de este resultado se debe a los aumentos logrados (vía paritarias o aumentos automáticos, en el caso de las jubilaciones) y parte a la desaceleración de la inflación.

Estos cambios se reflejan en el Monitor Electoral. Los datos de ingresos son los que reflejan con mayor claridad la mejora. El sesgo electoral que imprimen pasó muy rápidamente de desfavorable a neutral y, ahora, a relativamente favorable. En tanto, el sesgo procedente de las variables relacionadas con la actividad económica mutó de desfavorable a neutral. Y los primeros indicios de julio (construcción, industria) anticipan que esta mejora continuó, con la posibilidad de que el sesgo se torne favorable en el futuro cercano. Algo similar ocurrió con la información procedente del mercado laboral, con la diferencia de que las variables están, por ahora, un poco lejos de alcanzar un sesgo favorable. Por otra parte, los indicadores de valoración social (útiles para medir percepciones económicas y no-económicas relacionadas con el Gobierno) también están mejorando, siendo el aumento del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) la más reciente novedad. El corolario es que la situación económica y las percepciones a nivel nacional ahora son más favorables al Gobierno que algunos meses atrás, lo cual explica (en parte, al menos) el buen desempeño de Cambiemos a lo largo de todo el país.

La tendencia positiva continuará en los próximos meses. Los datos oficiales reflejan que la actividad lleva cuatro meses seguidos creciendo y estimaciones propias para julio apuntan en la misma dirección. Ello también trae consigo mejoras en el mercado laboral, potenciadas por las subas en ingresos reales. Mantenemos la visión de que la votación se llevará adelante con una economía que no será ni la del 2009 o 2013 pero tampoco la de 2007 o 2011. En los números, no así en las cuestiones estructurales, se tratará de una economía más o menos similar a la del 2015. Los resultados de las primarias sostienen esta hipótesis. El Gobierno sacó aproximadamente el mismo porcentaje de votos que el kirchnerismo en 2015 (37,2% de votos afirmativos para Cambiemos versus 38,7% en las PASO y 37,1% en la primera vuelta para el FpV). Con la diferencia de que, en este turno electoral, semejante nivel de apoyo es más que suficiente para incrementar el capital político de Cambiemos y sostener el rumbo económico.

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