Un informe elaborado por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) señaló que la semana pasada ingresaron US$ 506.298.429 en concepto de venta de granos y derivados, lo que representa el 5% menos que los US$ 532.770.600 correspondientes a la semana anterior.
Pese al retroceso, el número no preocupa, debido a que se posicionó muy por encima del promedio de los últimos meses y se mantiene en los niveles esperados luego de la finalización de la cosecha 2015/16 ?que culminó con 56 millones de toneladas de soja por las pérdidas que provocaron las inundaciones de abril? y en un contexto de bajas en la cotización en Chicago luego de los récords de junio, cuando la oleaginosa tocó los US$ 432 por tonelada, al igual que en 2014. Asimismo, influye también el anuncio del presidente Macri acerca de la postergación de la rebaja de las retenciones para el cultivo, que finalmente serán del 0,5% en forma mensual a partir de 2018 (menos para las provincias del norte, que recibirán un reembolso), contrariamente a lo que había prometido durante su campaña electoral.
Optimismo local
De todas maneras, las modificaciones macroeconómicas que introdujo el Gobierno Nacional en diciembre del año pasado siguen mostrando resultados contundentes al menos en la actividad agrícola. Es que en lo que va del año el sector ya superó el total alcanzado en 2015, dado que recaudó US$ 20.881.681.495 versus US$ 17.405.143.712 de igual período de ese año, que finalizó con US$ 19.963.406.485. En la comparación semanal, la diferencia fue del 163%, ya que en la misma semana de 2015 ingresaron US$ 192.294.334.
Así las cosas, las cifras demuestran que el productor decidió vender el stock gracias a la decisión oficial de eliminar las alícuotas y los cupos a las exportaciones, por lo que se espera que 2016 finalice con una liquidación que se ubique por encima de los US$ 23.000 millones, cercano al monto de 2011, que fue de más de US$ 25.000 millones, cuando se registró una fuerte demanda externa y se consiguió una cosecha abundante con buenos precios.
Ahora, sobre el comienzo de la campaña 2016/17, una buena parte de los agricultores muestra un mayor interés por los cereales, que no cuentan con impuestos y se valorizan cada vez mejor en el mercado internacional, al revés de lo que sucede con la soja. Además, las inundaciones en el norte de la provincia de Buenos Aires, La Pampa y sur de Córdoba habrían dañado una gran cantidad de hectáreas, lo que podría afectar a los rendimientos en un futuro, según explican los expertos.
Mercados fluctuantes
En Chicago, los futuros cerraron la jornada del lunes con altibajos, ya que mientras la soja y el trigo registraron ganancias, el maíz operó con bajas.
En el caso de la oleaginosa, los embarques volvieron a impulsar los precios y provocaron una suba del 0,9% gracias las compras de 264.000 toneladas por parte de China a Estados Unidos, que aunque espera una sobreoferta, recibe importantes pedidos internacionales, de acuerdo a datos del USDA. Así, el grano ganó US$ 0,37 y finalizó a US$ 368,26 por tonelada.
El trigo, en tanto, se vio beneficiado por el avance del comercio mundial y alcanzó subas del orden del 1,89%, que se vieron reflejadas en un disponible que se alzó en US$ 2,85 por tonelada, por lo que concluyó la rueda a US$ 152,95 por tonelada.
Finalmente, el maíz, presionado por la cosecha norteamericana y las ventas técnicas, perdió entre US$ 0,10 y US$ 0,30 en los primeros vencimientos al cerrar en US$ 139,66 por tonelada.
