El universo digital está cada vez más presente en la vida cotidiana: desde juegos en línea, pagos y criptomonedas, entre los populares. La gente -sobre todo los jóvenes- casi que vive inmersa en este entorno, lo que llevaría a pensar que el metaverso sería la gran apuesta del futuro, con los jóvenes impulsándolo.
Al menos así se ve en Wall Street, donde los inversores y las grandes empresas depositan su confianza en la generación Z -nacidos después de 1997- y millenials -entre 25 y 40 años-, para ser el motor clave del metaverso en el futuro.
Sin embargo, un reciente estudio de Harris Poll mostró que estos grupos aún no están convencidos de lo que muchos ven como la “próxima gran revolución” y sólo el 38% de la generación Z ve posible su incorporación a la vida en la próxima década. En cuanto a los millennials, la cifra sube a 48%. Así, en una combinación entre ambos grupos, se concluye que 7 de cada 10 de ellos están interesados en interactuar con esta propuesta.
Al hablar de metaverso se hace referencia a un término impreciso y sobre el cual aún no hay tanta claridad. Se trata de mundos virtuales en el que viven avatares -que cada persona posee- y a través de los cuales interactúan para jugar, trabajar, construir objetos e, incluso, ver espectáculos. Al presente ya existe en pequeños formatos pero, la apuesta, será un gran metaverso que englobe todo.
Según el estudio, dos tercios de la generación Z y los millennials entiende lo que significa interactuar en este universo y, entre los mayores de 40, solo lo hace el 27%.
Cobró mucha relevancia en octubre cuando Facebook anunció su cambio de nombre a Meta, apostando así, a crear su propio mundo virtual. Otras marcas de gran peso, como Nike y Adidas, también plantean un cambio de enfoque y preparan sus proyectos en esta línea.
A partir de esto, los analistas de Wall Street se muestran cada vez más optimistas y aseguran que como los jóvenes ya acostumbran pasar largas horas en línea, la inmersión en el metaverso les será muy natural. Por eso, apuestan a que la generación Z será el impulsor de esta realidad virtual, en un estadío temprano.
Otro de los campos que genera gran expectativa es la integración de criptodivisas y tokens (NFT) con el metaverso. “Al principio tomará el formato de videojuegos respaldados por criptomonedas y juegos para ganar dinero, pero se expandirá a casi todas las demás formas de actividad humana”, comentaron analistas de Jefferies, en una nota a Business Insider.
Por ejemplo, en Sandbox, un juego que usa la tecnología blockchain para lograr un modelo de monetización junto a un marketplace y una serie de facilidades para generar NFTs únicos en el mundo, ya se venden parcelas de este mundo virtual por U$S 4,3 millones.
Por eso, expertos en inversiones aseguran que el futuro de los negocios apuntan a estos entornos alternativos, incluso si se trata de un terreno que cuesta millones y no es tangible.
En línea con esto, según Harris, el 37% de la generación Z considera que vale la pena invertir su dinero en objetos digitales únicos en el metaverso, contra un 51% de los millennials. Una de las marcas que apostó por esto fue Zara, que se alió con la empresa surcoreana Ader Error, para lanzar una colección de ropa. Consta de réplicas virtuales de los productos que se podrán comprar a través de la plataforma Zepeto. Los precios llegan hasta los 239 euros.
Otras marcas que están inmersas en esta realidad virtual son Gucci, Ralph Lauren y Christian Louboutin.
