Cambios La grieta ha muerto, viva la grieta
El cimbronazo ocurrió y Javier Milei, el candidato surgido de las redes y los programas de televisión llegó a la Presidencia, en apenas dos años de carrera política.
sab 21 Sep
sab 21 Sep
El cimbronazo ocurrió y Javier Milei, el candidato surgido de las redes y los programas de televisión llegó a la Presidencia, en apenas dos años de carrera política.
La segunda vuelta lleva a una reconfiguración de las campañas para atraer a esa incógnita que es el votante del centro.
Los argentinos/as nos vamos cansando de las grietas y las grietas de las grietas. Sepamos distinguir qué dirigentes trabajan para la unidad en la diversidad y quiénes trabajan para ellos mismos.
¿Quiénes impulsan la grieta? Los que creen que es el modo de ganar comicios, los que corren riesgo de prisión y creen que desacreditar al rival les permitirá zafar de una persecución penal y, también, algunos que están convencidos que el adversario es, en realidad, el enemigo
La fase idílica de cooperación trasversal es casi un pasado remoto. Que la pica se ponga peor es el escenario base lógico. Nada es para siempre, pero la tendencia centrífuga es muy inoportuna para el país.
En el limbo y la degeneración de la grieta, lo que está mal, lo está sólo para el oponente, y lo que está bien, lo está sólo para los propios.
La desigualdad y la no inclusividad juegan un rol central en las protestas, pero no es una grieta a resolver con transferencias monetarias o leyes. Es la ruptura del contrato social implícito. Los representados se sienten estafados y abandonados por sus representantes.
La grieta no es un fenómeno nuevo, pero vaya si ha crecido. Hipótesis: nadie parece dispuesto a condenar a los propios a ambos lados de la grieta.