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Roggio y Wagner, más comprometidos

20 diciembre de 2018

Arrepentidos y procesados por asociación ilícita en el resonante caso de los cuadernos de las coimas, los empresarios Aldo Roggio y Carlos Wagner sumaron ayer un nuevo traspié en sede judicial, esta vez en el expediente en el que se analizan los pagos de coimas por parte de Odebrecht en la Argentina. Los camaristas Mariano Llorens, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi confirmaron los procesamientos por administración fraudulenta de los dos empresarios y respaldaron, así, lo actuado por el juez federal Sebastián Casanello.

Roggio y Wagner están procesados, sin prisión preventiva, acusados de ser parte de un mecanismo de direccionamiento de las licitaciones para la construcción de la planta potabilizadora de Aysa en Paraná de las Palmas y de otra planta de pretratamiento de residuos cloacales en Berazategui. El contrato de Paraná de las Palmas se adjudicó a una UTE integrada por Odebrecht, Roggio, Cartellone y Supercemento; el de Berazategui, a una unión transitoria de firmas en la que estaban Camargo Correa y Esuco (la empresa de Wagner).

Los jueces, que integran la Sala I de la Cámara Federal porteña, también confirmaron embargos y prohibiciones de salir del país para ambos hombres de negocios. “Los empresarios pactaron previamente con los funcionarios distribuirse los contratos, simulando licitaciones para que les sean adjudicadas las obras, el permiso para modificar las condiciones de contratación y que les fueran otorgadas nuevas obras, obteniendo como consecuencia un lucro indebido en perjuicio de las arcas públicas”, reza el fallo que confirmó los procesamientos de los dos poderosos empresarios de la construcción. Los acusan, además, del pago de sobreprecios y demoras injustificadas.

Roggio, que renunció a la presidencia de su empresa al quedar involucrado en la causa de los cuadernos, está libre por su colaboración con la Justicia en ese expediente que está a cargo del juez federal Claudio Bonadio. En ese expediente, el empresario admitió haberle pagado coimas al exsecretario de Transporte, Ricardo Jaime por el 5% de los subsidios que recibía por la explotación de los ramales ferroviarios Urquiza y Mitre.

En la causa de los cuadernos Wagner, ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), confesó que participó de la cartelización de la obra vial durante el kirchnerismo a partir de su amistad con Julio De Vido. Y explicó ante el juez Bonadio que las empresas constructoras debían dejar entre 10 y 20% de coima, que se pagaba con los fondos estatales que llegaban a las firmas como anticipo para comenzar las obras.

Otros procesamientos

Los jueces Llorens, Bruglia y Bertuzzi también confirmaron el procesamiento por administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública de Carlos Ben, ex titular de Aysa entre 2006 y 2015. Además de Ben, también están con procesamiento confirmado los ex directores Raúl Biancuzzo, Carlos Donnoli y Antonio Caucion y el ex gerente Carlos Di Somma.

“Cabe concluir que con sus decisiones incidieron protagónicamente en los sucesos condicionando con sus actos, dada la calidad que ostentaban, la voluntad negocial de la Administración en aras de un interés no administrativo, renunciando así la entidad para la cual prestaban sus servicios -Aysa- a optimizar los recursos para una adecuada negociación”, acusaron los jueces en el fallo con el que avalaron las decisiones que había tomado Casanello.

Entre los empresarios, si bien Roggio y Wagner son los nombres más importantes, hay otros involucrados a los que les confirmaron su condición de partícipes en el delito. Tito Biagini y Pedro Antonio Casiraghi, de Cartellone, son parte de la lista, que completan Eduardo Blomberg, Conrado Martin, Lucas Cesa, Diego Pugliesso, Roberto Rodríguez, Gustavo Dalla Tea, Miguel Cabanne, Raúl Batallán, Sergio Gabriel Chividini y Jaime Juraszek.

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