El economista Lucas Llach, ex vicepresidente del BCRA y muy cercano a Federico Sturzenegger, le dedicó un mensaje a los peronistas en las redes sociales: "Sáquense de encima a la chorra, al narco y al golpeador. Líbérense. Ustedes pueden. Armen un partido y ganen las elecciones".
Este es el mensaje completo de Llach en su cuenta de X:
TODO VIENE DE VUESTRO PERONISMO. ARMEN OTRO PARTIDO.
Entiendo: "desean que el pueblo esté mejor". Creen que les interesan más los pobres que a "la derecha". Lo tomo sólo como un supuesto, en su mejor versión posible: están dispuestos a sacrificar otros valores (potencialmente, el crecimiento) en nombre de la equidad.
OK, eso es ser de izquierda. Existe en todos lados.
El problema de ustedes es que son algo más específico que eso: son "peronistas". Que añade a una cierta noción de priorización de la equidad otros elementos. Todos horribles.
1) Añade el verticalismo. Ni hace falta argumentarlo. Se llaman "peronistas", por una persona muerta hace 50 años. Único en el mundo. El peronismo incluye un seguimiento al líder que los hace poco pluralistas y los hace comerse sapos de todos los tamaños. Sin chistar. Chorros, narcos, violentos. "Sigámoslos igual, no perjudiquemos al movimiento".
2) Añade la demagogia. No es una "izquierda macroeconómicamente responsable". Siempre atrasan el dólar, atrasan las tarifas, gastan por encima de lo que se puede, protegen sectores inviables. Eso no es a favor de los pobres, es en contra. Pero desde que Perón arrancó fue así. "Dele al pueblo, y si vienen a decirle que es peligroso, dele más", le decía Perón al chileno Ibáñez. Todo vale, incluso arruinar la economía, para ganar una elección.
3) Por la misma obsesión de poder, añaden un compromiso laxo con las instituciones republicanas. Por eso querían "democratizar la Justicia". Por eso se oponen a la boleta única. Por eso persiguieron a quienes decían la verdad de la inflación. Por eso pueden elegir a Chávez o Maduro como aliados estratégicos. No son estrictamente antidemocráticos, pero no les gusta del todo la división de poderes. Complica el ejercicio del poder.
4) Añaden el enamorarse no de sus nobles fines ("socialmente justos") sino de instrumentos de época que presuntamente los promovían. Por ejemplo, no importa cuánto cambie la estructura económica siempre van a defender en su actual forma el "moviniento obrero organizado" con su esquema -único en el mundo- de monopolio en cada rama productiva. No van a fijarse si eso es mejor o peor para los trabajadores. No les importa tanto. No importa si es mejor para el pueblo la salud estatal o el voucher para que la gente elija dónde atenderse. No pueden ni siquiera tener esa discusión.
5) Añaden la pavada nacionalista. Entiendo: los parió un milico nacido a su vez de las entrañas de un golpe militar. Pero ya está. Estamos en el siglo 21. Basta de la pavada de la sustitución de importaciones o del cuento -que ni siquiera Perón creía- de Estados Unidos malo malo malo.
SÁQUENSE DE ENCIMA TODO ESO. A LA CHORRA, AL NARCO Y AL GOLPEADOR. LÍBÉRENSE. USTEDES PUEDEN. ARMEN UN PARTIDO Y GANEN LAS ELECCIONES.
