El mercado automotor sigue exhibiendo números negativos, en especial en el segmento de vehículos usados, en el cual incide no sólo la caída del poder adquisitivo por el impacto de la inflación y el aumento de las tarifas de servicios públicos, sino también porque las terminales automotrices están llevando adelante una agresiva política de promociones y descuentos en las unidades 0 km, con el fin de compensar, en parte, la caída de ventas en el mercado local y de las exportaciones a Brasil.
Según datos de la Cámara del Comercio Automotor (CCA), en julio se cerraron operaciones correspondientes a 125.917 unidades, lo que representa una retracción del 24,15% en la comparación con el mismo mes del año anterior. Frente al mes de junio, las ventas de usados indicaron un retroceso del 18,69% y en el acumulado de los primeros siete meses del año la caída fue de 15,82%, totalizando 841.376 vehículos vendidos.
“La crisis del auto usado se sigue profundizando, a pesar de las recomendaciones que en base a su experiencia, sugirió nuestra institución. Ni el público, ni el concesionario están tomando la decisión de sincerar el mercado ante esta circunstancia”, advirtió Alberto Príncipe, presidente de la CCA.
De esta manera, el ejecutivo hizo una elíptica referencia a la reducción de la brecha entre las unidades nuevas y las usadas, en la que se advierte una virtual equiparación de con los 0 km, originada a promociones, rebajas y facilidades que ofrecen las terminales. Príncipe enfatizó que “el mercado de autos nuevos está arrastrando hacia abajo al de usados, con una serie de facilidades para la venta de sus productos”, lo que está llevando a que “el mercado de autos 0 km siga bajando la posibilidad de crecimiento del de usados”.
En opinión del titular de la CCA, “la parálisis del sector sigue sin encontrar algún otro tipo de solución en un mercado que es único, el de 0 kilómetro y usado”.
