Los efectos potenciales de la victoria de Donald Trump van desde un menor interés por blanquear activos no declarados en EE.UU. y mayores tasas para financiarse afuera (algo ya se está viendo) hasta una menor probabilidad de las exportaciones argentinas para ingresar a ese codiciado mercado o una prolongación de la recesión por la política proteccionista. En fin, todos escenarios negativos. Sin embargo, hay algunos que prefieren esperar antes de sacar conclusiones y otros, incluso, se animan a imaginar escenarios más benignos.
Por un lado, si EE.UU. crece más, las exportaciones hacia ese mercado pueden subir. Además, Argentina tiene un gran déficit con EE.UU. y, en teoría, no tienen tanta palanca para restringir las exportaciones argentinas.“Puede haber un eventual efecto positivo, producto de un agresivo impulso fiscal, por el lado de inversión en infraestructura. (Misiones vende madera a EE.UU.) y de una rebaja de impuesto a las ganancias a personas físicas (que favorezca la compra de vinos de alta calidad y productos delicatesen)”, dice Jorge Day del Ieral de la Fundación Mediterránea.
Asimismo, una guerra comercial con China podría hacer que los orientales nos compren más soja y otros cereales o alimentos, aunque hay habrían impactos negativos por otro lado.
Ciertamente, algunos industriales recibieron con algo de entusiasmo la victoria de Trump y las menores posibilidades de lograr acuerdos comerciales con otras regiones y enfrentar, así, mayor competencia.
