Una serie de datos muestra que la economía de China se está enfriando como consecuencia de las medidas restrictivas adoptadas en el marco de la política de Covid cero.
Las ventas minoristas registraron una caída del 0,58% anual el octubre luego de cinco meses consecutivos de alza.
Por otra parte, la expansión de la producción industrial se desaceleró al 5% mientras que en septiembre habría crecido 6,3% y la misma tendencia mostró la inversión en activos fijos en un contexto de deterioro de los valores en el mercado inmobiliario.
- La tasa de desocupación se mantuvo en 5,5%
Los analistas estiman que la segunda economía del mundo crecerá 3% este año, lejos del 5,5% que se había fijado como objetivo el Gobierno.
Para 2024, se espera que el PIB crezca 4,5% porque se eliminarían las restricciones por el Covid y se sentirían los efectos de las políticas monetarias expansivas que China puede poner en marcha dado que la tasa de inflación es muy baja.
Pero, a diferencia de otras oportunidades, la expansión de la economía china no podrá sostenerse en sus exportaciones porque las economías de muchos de sus socios comerciales se están desacelerando en el marco de políticas monetarias más restrictivas en los países más desarrolladas.
Los datos de China se suman a los de Estados Unidos y la zona euro en donde no se descarta una recesión en algún momento dentro los próximos doces meses.
En ese escenario, el FMI pronostica una suba del PIB global de 2,7% en 2023 frente al 3,2% de 2022. Sin embargo, China estará entre los países que tendrá un mejor desempeño el año que viene.
También en Japón se conocieron datos económicos peores a los que esperaba el mercado. La tercera economía del mundo tuvo una contracción de 0,3% en el tercer trimestre, el primer retroceso en el año. Ese desempeño es atribuible, en parte, al menor dinamismo exportador por el menor crecimiento de sus dos principales socios comerciales: Estados Unidos y China.
Por otra parte, Japón tuvo una inflación de 3% en el trimestre, un nivel poco habitual para una economía con tendencia a la deflación, producto de la debilidad del yen que encareció los productos importados.
