La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, finalizó este miércoles su gira por China y dijo que aún mantenía sus esperanzas de un mayor compromiso con los funcionarios chinos sobre el acceso al mercado.
En una conferencia de prensa en Shanghái, Raimondo expresó que no esperaba ningún avance en cuestiones que afectan a empresas estadounidenses como Intel, Micron, Boeing, Visa y Mastercard, pero esperaba "ver algunos resultados" en los próximos meses como consecuencia de sus reuniones.
Además, reiteró que había un gran deseo entre las empresas estadounidenses de hacer que la relación funcionara y que, si bien algunas acciones del gobierno chino han sido positivas, la situación sobre el terreno debía estar a la altura de la retórica.
"Hay apetito entre las empresas estadounidenses por seguir haciendo negocios en China. El mercado es enorme. Las empresas estadounidenses quieren hacer negocios aquí, pero necesitan tener un entorno regulatorio predecible", explicó.
Así, Raimondo se transformó en el último funcionario de la administración de Joe Biden en visitar China tras los viajes realizados por Janet Yellen y Antony Blinken, secretarios del Tesoro y de Estado, respectivamente.
El objetivo de todos estos viajes hn sido fortalecer las comunicaciones, particularmente en economía y defensa, en medio de la preocupación de que las fricciones entre las dos superpotencias puedan salirse de control.
En este sentido, Raimondo insistió en que Estados Unidos no quiere desvincularse de China: "Me voy con cierto optimismo. No podemos derivar hacia un lugar de mayor conflicto. No es bueno para Estados Unidos, no es bueno para China, no es bueno para el mundo".
Sin embargo, también se mostró crítica de Pekín por las multas, redadas y otras acciones que habían hecho riesgoso hacer negocios allí: "Para las empresas estadounidenses, en muchos casos la paciencia se está agotando y es hora de actuar".
