El precio de los alimentos experimenta hace varios meses una tendencia al alza en el mercado mundial. Eso genera presiones internas en los precios de los países ya que son un componente clave de las canastas de consumo.
El precio de los alimentos registró en mayo la mayor suba de la última década, según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Según el índice de precios de materias primas agrícolas que elabora mensualmente la entidad, los alimentos escalaron 39,7% en mayo respecto al mismo mes del año pasado.
Ese es el resultado de doce meses consecutivos de alza en el índice promedio, que en este mes de mayo tuvo, además, el mayor encarecimiento mensual de todo el período de diez años: 4,8% con respecto al mes de abril.
En la serie larga, el índice se ubica en 127,1 puntos, 7,6% por debajo del valor máximo de 137,6 puntos registrado en febrero de 2011.
La evolución del precio de los alimentos básicos a nivel internacional tuvo, como elemento más destacado en mayo, la suba de los aceites vegetales, el azúcar y los cereales como causa principal del crecimiento del índice. El maíz y el trigo fueron los cereales que mayor repunte tuvieron en mayo, aunque ambos terminaron el mes con tendencia a la baja en las últimas jornadas.
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Pese a ello, el trigo avanzó en el mes 6,8%. En el caso del maíz, lo más destacado es su evolución en el último año, acumulando un aumento del 89,9%. Con estos resultados, el incremento del subíndice de cereales fue en mayo del 6% respecto del mes de abril.
El subíndice de precios del aceite vegetal subió 7,8% en mayo, debido principalmente al aumento de las cotizaciones del aceite de palma, soja y colza. En el caso del subíndice de precios del azúcar el aumento fue del 6,8% desde abril, “debido en gran parte a los retrasos en la cosecha y las preocupaciones sobre la reducción de los rendimientos de los cultivos en Brasil, el mayor exportador de azúcar del mundo”, señaló la FAO.
En tanto, el precio de la carne aumentó 2,2% respecto del mes anterior pero todavía está cerca de 12% debajo del nivel máximo alcanzado en agosto de 2014. Mientras que los productos lácteos se encarecieron 1,8% intermensual.
Por otra parte, la FAO ofreció su primer pronóstico respecto de la producción mundial de cereales en 2021, que estima en casi 2.821 millones de toneladas, lo que supone un incremento del 1,9% en comparación con 2020. Esto significaría un nuevo máximo histórico, liderado por el crecimiento anual proyectado del 3,7% de la producción de maíz.
Asimismo, se espera que la utilización mundial de cereales en 2021 y 2022 aumente en un 1,7%, hasta 2.826 millones de toneladas y se pronostica que el consumo total de cereales en alimentos aumentará a la par con la población mundial, mientras que también se prevé un mayor uso de trigo para la alimentación animal.
Sobre la base de esos pronósticos, se prevé que las existencias mundiales de cereales al cierre de las campañas agrícolas en 2021 y 2022 aumenten en un 0,3%, hasta 811 millones de toneladas, poniendo así fin a tres años consecutivos de disminución.
