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La respuesta de los mercados, la otra sorpresa

18 noviembre de 2016

Noviembre es un mes de sorpresas en Estados Unidos. Primero, por el resultado de las elecciones presidenciales que pocos esperaban y ahora por la respuesta de los mercados, también distinta a la pronosticada.

Desde el día de las elecciones, la Bolsa subió pese a que los analistas suponían que ocurriría lo contrario, el dólar se fortaleció contra el resto de las monedas y la tasa de los bonos subió anticipando una tasa de inflación más por el mayor ritmo de actividad económica.

Como todo lo que se relaciona Trump, priman las visiones polarizadas. Hay analistas que no descartan un escenario de estanflación en la segunda parte de 2017. Mientras tanto, otros economistas han revisado hacia el alza sus pronósticos de crecimiento luego de las elecciones del 8 de noviembre. Dentro de ese grupo está Joseph LaVorgna, economista jefe del Deutsche Bank, que sostiene que la economía estadounidense crecerá 2% en el primer trimestre de 2017, 2,5% en el segundo, 3,5% en el tercero y 4% en los últimos tres meses del año.

Entre los economistas que inicialmente no descartaban un deterioro de las variables macroeconómicas estaban los de Goldman Sachs. Pero ayer la agencia Bloomberg citó un informe sobre las perspectivas del mercado financiero que es bastante más optimista. En una nota que Goldman Sachs le envió a sus clientes sostiene que las medidas fiscales procrecimiento de Trump, tendrá efecto y que no se vislumbra una guerra comercial. También pronostican que los mercados emergentes, que recibieron mal el triunfo de Trump, comenzaran a recuperarse pero la moneda china se seguirá debilitando. Finalmente Goldman Sachs prevé una aceleración de la tasa de inflación en los países desarrollados que será enfrentada con tasas de interés más altas.

Los pasos de Yellen

Precisamente ayer JaneYellen despejó todas las dudas en ese sentido y dio a entender que la Fed subirá las tasas en su reunión prevista para los días 13 y 14 de diciembre como ya descuenta desde hace tiempo el mercado y advirtió sobre los riesgos que implica demorar esa decisión porque tendría que actuar sobre una economía recalentada.

Con la prudencia que exige su cargo, Yellen dejó en claro, que de todas maneras, habrá que tener en cuenta los datos económicos que se conozcan antes de la reunión.

Pero los que se difundieron ayer no hacen sino reforzar la creencia generalizada de que se subirán las tasas. Según el Departamento de Comercio, el índice de precios al consumidor subió 0,4% en octubre, el mayor registro desde abril, e implica un incremento de 1,6% con relación al mismo mes de 2015. La inflación tiende a subir pero aún lo llega al 2% que es la meta de la Fed. A su vez, la inflación básica que excluye a los volátiles precios de los alimentos y la energía subió 0,1% en octubre. En la misma dirección se conoció ayer que hubo un incremento del 25% en materia de construcción de viviendas mientras que los pedidos de seguro de desempleo llegaron a su nivel más bajo desde noviembre de 1973. Y eso ratifica que el mercado de trabajo sigue sólido con una tasa de desempleo de 4,9%. A fines de mes, se conocerá un dato al cual la Fed le presta mucha atención que el de los precios de los consumos personales pero no cae esperar que vaya a alterar el inevitable rumbo a la suba de tasas.

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