El proceso desinflacionario está siendo más lento de lo que se suponía en Estados Unidos y por ello Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, dijo que es probable que la Fed necesite aumentar las tasas de interés aún más.
Luego de alcanzar una tasa anual del 9,1% en junio, la más alta en los últimos cuarenta años, el Índice de Precios al Consumidor cayó al 6,4% en enero.
Sin embargo, Powell consideró que la cifra sigue siendo demasiado alta y que se encuentra muy por encima del objetivo de la Fed del 2%.
Por este motivo, en su testimonio semestral ante el Comité Bancario del Senado, explicó que "los últimos datos económicos han sido más fuertes de lo esperado, lo que sugiere que es probable que el nivel final de las tasas de interés sea más alto de lo anticipado".
"Si la totalidad de los datos indicaran que se justifica un ajuste más rápido, estaríamos preparados para aumentar el ritmo de las subidas de tipos", agregó.
Actualmente, la tasa de política de la Fed se encuentra en el rango de 4,50% - 4,75%. Sin embargo, los economistas estiman que, con los actuales niveles de inflación, podría llegar hasta el 6% para septiembre.
Powell también señaló que gran parte del impacto de la política monetaria del Banco Central aún puede estar pendiente, ya que el mercado laboral continúa con una tasa de desempleo del 3,4%, que no se veía desde 1969, y hay fuertes ganancias salariales.
"Aunque la inflación en el sector de bienes ha disminuido, la inflación en los servicios básicos se ha mantenido alta y podría llevar a una disminución de las condiciones del mercado laboral", agregó en este sentido.
Según los economistas de LH Meyer, es probable que en marzo la Fed suba sus tasas en 50 puntos básicos hasta el 5%.
Tras la conferencia de Powell, el dólar tocó máximos de tres meses frente a una cesta de divisas. Además, los índices Nasdaq y S&P 500 registraron caídas del 1,22% y 1,53%, respectivamente.
