Por Damián Cichero
Tras el intento de asesinato contra de Donald Trump, a lo que se suma la preocupación por la elevada edad de Joe Biden, todo hace indicar que el líder republicano regresará a la Casa Blanca a partir de enero de 2025.
Sin embargo, pese a la gran lista de políticos que han sufrido ataques a lo largo de la historia de EE.UU., la facilidad con la que Thomas Matthew Crooks le disparó a Trump plantea grandes interrogantes sobre cómo no pudo evitarse el incidente.
Pero, más allá de las cuestiones de seguridad interna, el posible regreso de Trump al poder también genera grandes preocupaciones a nivel mundial, principalmente en lo que respecta a cómo será la futura relación de Estados Unidos con Rusia y China, sus dos principales rivales en el siglo XXI.
En esta línea, también cabe preguntarse cómo repercutirá en Argentina un nuevo mandato de Trump, teniendo en cuenta la ya pública admiración del presidente Javier Milei por el magnate.
Intentando resolver estos interrogantes, El Economista dialogó en exclusiva con Ariel González Levaggi, Director del Centro de Estudios Internacionales de la UCA.
En pleno siglo XXI, y con los avances tecnológicos que existen, ¿cómo fue posible esta enorme falla de seguridad en el acto de Trump?
Más allá de los adelantos tecnológicos, es prácticamente imposible eliminar la posibilidad de un magnicidio, aunque hoy en día las diferentes herramientas tecnológicas facilitan la prevención, la detección y la intervención, por lo que llevarla a cabo tiene un umbral mayor de dificultad.
Sin embargo, en este caso claramente hubo fallas serias del esquema de seguridad y el servicio secreto se lleva las mayores críticas, ya que es el responsable último de la protección de un expresidente y candidato presidencial.
Antes del ataque, Trump ya lideraba los sondeos. ¿Cree que este fue el último empujón que necesitaba para regresar a la Casa Blanca? ¿O Biden (u otro candidato) aún tiene chances de ganar?
Claramente el fallido atentado fortalece la fidelización y va a permitir movilizar aún más el electorado republicano, además del efecto solidaridad en el electorado independiente.
La posición de Trump hoy en día es inmejorable, especialmente frente a un Biden debilitado por su estado y a la defensiva, aunque todavía no está dicha la última palabra porque no está confirmado que Biden sea el candidato presidencial de los demócratas y el factor tiempo puede desgastar la posición de ventaja de Trump.
¿Por qué Trump eligió a JD Vance como su compañero de fórmula? ¿Qué le aporta?
JD Vance representa una elección que prioriza una sucesión generacional dentro del trumpismo por sobre un compromiso con los sectores tradicionales del Partido Republicano que representaba Pence, el anterior vicepresidente de Trump.
Si bien electoralmente no aporta un gran caudal, Vance aporta un mayor volumen en la narrativa patriota, además de proyectar una imagen sólida - clave para el electorado republicano - por su historia de superación, su enrolamiento en los Marines durante la Guerra en Iraq y su familia interracial.
A nivel internacional, ¿qué significaría un regreso de Trump al poder para China y Rusia? Parece que en Moscú están más contentos que en Pekín con la noticia
Claramente para Rusia la victoria es una excelente noticia, aunque esto no quiere decir que Trump sea pro-ruso ni mucho menos.
Desde el trumpismo han sido públicamente críticos del excesivo involucramiento en el conflicto ruso-ucraniano tanto por el gasto y los compromisos asumidos, como por desviar la atención a los problemas internos a los que tiene que hacer frente la Casa Blanca y la competencia con China.
Trump va a buscar frenar la guerra en Ucrania y en Gaza, aunque quizás no sea tan sencillo como pretende.
Teniendo en cuenta la visión de Javier Milei ¿para Argentina sería una noticia positiva un nuevo mandato de Trump?
Trump sería electo en un contexto tradicionalmente crítico para la economía y las dinámicas sociales en Argentina, por lo que podría ayudar a descomprimir ciertas tensiones políticas.
Un triunfo de Trump sin dudas sería un gran activo para Milei por la afinidad ideológica y su posición como el único aliado del líder republicano en América del Sur.
Milei necesita un apoyo explícito de la Casa Blanca para suavizar las posiciones del FMI, señalizar a sus aliados (y enemigos) internos un fuerte apoyo internacional para continuar con la agenda reformas, además de sumar confianza internacional para atraer inversores.
