El índice de precios al consumidor en Estados Unidos se desaceleró levemente en agosto y registró una suba anual de 5,3% y de 0,3% con relación a julio, el menor registro en siete meses. La inflación básica, que excluye a los rubros más volátiles como lo alimentos y la energía, subió 4% en términos interanuales y 0,1% frente al mes anterior.
El incremento de los precios se aceleró este año en un contexto de normalización de la economía y una tasa de crecimiento que llegó al 6,6% en el segundo trimestre del año. De todas maneras, esa expansión se está moderando en el segundo semestre y eso también le quitará presión a la inflación.
El dato se conoce a una semana de la próxima reunión de la Reserva Federal en la que se podría anunciar el comienzo a partir de noviembre de un proceso de recorte en la compra de activos que en este momento alcanza a US$ 120.000 millones por mes. La menor inflación de agosto, le da argumentos a la posición de la Fed que entiende que la aceleración de los precios es transitoria y le otorga un mayor margen de maniobra. Sin embargo, algunos analistas sostienen que la inflación se ubicará en un escalón más alto durante un tiempo, y según una encuesta de la Fed de Nueva York, los consumidores estiman que el índice de precios se moverá en torno al 4% durante los próximos tres años.
Pero por ahora, la visión de la Fed es la más aceptada en el mercado que se expresó, luego de conocido el dato de inflación, en una caída en los rendimientos de los bonos del Tesoro y en una baja del dólar frente al resto de las monedas.
