El déficit comercial de Estados Unidos en marzo fue de US$ 109.800 millones, 22,3% mayor al de febrero. El resultado fue consecuencia una suba de 10,3% de las importaciones que llegaron a US$ 351.500 millones y exportaciones por US$ 241.720 millones con un crecimiento intermensual de 5,6%.
El desequilibrio del sector externo generado por la fuerte suba de la demanda de productos importados explica en gran medida la caída de 1,4% del PIB en el primer trimestre.
La evolución del comercio exterior también refleja el mejor desempeño de la economía estadounidense con relación a la de sus principales socios comerciales. El resultado de los próximos meses estará condicionado por el escenario global que todavía muestra problemas con algunos suministros, trabas al comercio y elevados precios de la energía que se importa.
En este contexto, los analistas consideran que el déficit seguirá elevado en los próximos meses porque la demanda de los consumidores estadounidenses se mantendrá elevada, pero un consumo más acotado en otros países frenará la expansión de las exportaciones.
