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Corralito económico y político: ¿cómo llegó Líbano a esta crisis?

El descubrimiento de los campos de gas en Qana (en el Mediterráneo) podría significar el fin de la crisis y libanesa. Se estima que el yacimiento cuenta con 100.000 millones de metros cúbicos de gas, suficientes para proveer a los hogares del país y el sector productivo.

Actualmente, en el Líbano más del 80% vive en la pobreza.
Actualmente, en el Líbano más del 80% vive en la pobreza.
Abás Tanus Mafud 02 noviembre de 2022

Parece un escenario de ficción de Hollywood, pero es el actual Líbano. Un país que vive su peor crisis económica, al extremo de que personas comunes tomaron la decisión de asaltar bancos en Beirut y otros distritos (cinco casos sucedieron entre agosto y septiembre) para retirar sus ahorros con el objetivo de atender a sus familiares enfermos o romper con el cerco de US$ 200 mensuales implementados por las autoridades frente a la falta de liquidez del sistema bancario. 

¿Cómo llegaron los libaneses a esta crisis? Los años de estabilidad monetaria -desde 1997 la libra libanesa (LBP) tenía un tipo de cambio de US$ 1 por 1500 LBP- empezaron a resquebrajarse por los vaivenes políticos (dos años sin presidente), corrupción acelerada, conflicto en Siria, caída económica regional y falta de diversificación de la matriz productiva. 

Esta combinación de acontecimientos terminó de dar forma al golpe final en octubre de 2019 cuando asediado por el primer default, las entonces autoridades decidieron implementar una serie de medidas impopulares (impuestos a los servicios digitales, tabaco, combustibles, y restricción de retiro de depósitos), terminando con la "estabilidad ficticia" del país y llevando a la población a un abismo que parece no tener fondo, especialmente, si consideramos la explosión del puerto de Beirut (4 de agosto de 2020) y los problemas de formación de gobierno.

Tras dos años desde que se disparara esta crisis, la ciudadanía libanesa sigue sufriendo los golpes a la espera que los parlamentarios avancen con las reformas necesarias para terminar con esta situación. Actualmente, datos del Banco Mundial indican que más del 80% vive en la pobreza, es decir, más de 3.000.000 de personas.

  • En simultáneo, la inflación en agosto experimentó un aumento del 161% interanual, siete puntos porcentuales menos que en julio, pero con la electricidad, el gas y los combustibles subiendo 394%, según el Bureau de Estadísticas del Líbano.

Por otro lado, la libra libanesa en el mercado informal (el válido en la calle) se devaluó hasta llegar a US$ 1 por LBP 38.000, muy por encima del dispuesto por el Banco Central: US$ 1 a LBP 15.000. Este fenómeno no permite terminar con la inflación y solo promueve nuevas distorsiones de precios, especialmente, para una economía dependiente de las importaciones tanto de alimentos como de bienes industriales. 

La gran esperanza

Cualquier persona que quiera visitar Líbano se encontrará en los diferentes sitios web con los grandes problemas de electricidad del país y aquellos que han tenido la suerte de realizar ese viaje lo vivieron de primera fuente. 

Traducido este fenómeno al ámbito de gestión, la empresa Electricité du Liban se caracteriza por tener un peso relevante en el déficit nacional (US$ 3.500 millones) y los recortes en subsidios están en el centro del principio de acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (abril de 2022).

Sin embargo, para las autoridades el descubrimiento de los campos de gas en Qana (en el Mediterráneo) podría significar el fin de esta crisis y con ello derivar recursos a otros ejes de gestión gubernamental. Se estima que el yacimiento cuenta con 100.000 millones de metros cúbicos de gas, suficientes para proveer a los hogares del país y el sector productivo.

Para la producción, se necesitaba encontrar una solución a la disputa con Israel por los límites marítimos y la pertenencia de Qana y Karish (otro campo gasífero). Una tarea difícil considerando que ambos países mantienen el estado de guerra, pero con la mediación de Estados Unidos y el aval de las fuerzas internas libanesas (Hezbollah consideró este hecho como una "gran victoria para Beirut"), el presidente Michel Aoun y el primer ministro israelí, Yair Lapid, firmaron el 27 de octubre un acuerdo histórico que repartió los yacimientos de 860 kilómetros cuadrados en el Mediterráneo. 

Con este documento, los libaneses podrán explotar el primero y los israelíes el segundo.

Tras esta firma, la empresa energética francesa Total SA señaló que comenzará las operaciones de perforación a partir de 2023. El anuncio tuvo lugar luego de una reunión entre Aoun y representantes de la compañía francesa en Beirut. "El presidente libanés fue informado sobre los preparativos para comenzar a perforar el bloque 9 en la zona exclusiva", destacó el comunicado compartido con los medios locales.

Buscando un presidente 

En el medio de la crisis económica y la necesidad de estabilidad política, los libaneses pueden enfrentarse a otro gran desafío: la sucesión presidencial.

El actual mandatario terminó su gestión el 31 de octubre y los parlamentarios -totalmente divididos, especialmente, tras las elecciones de mayo- no han logrado en cuatro sesiones encaminar a un reemplazante que cumpla con lo establecido por la Constitución: debe ser católico maronita.

Los fantasmas del pasado vuelven a las calles de Beirut: la llegada de Aoun al poder se dio luego de dos años sin presidente (Michel Sleiman dejo el cargo el 25 de mayo de 2014 y Aoun asumió el 31 de octubre de 2016) y bajo el interinato del Primer Ministro (Tamam Salam) que tuvo facultades limitadas para gestionar. 

En este contexto, el Parlamento, consciente de que un acuerdo político que conforme a las diferentes confesiones religiosas en el poder y cumplimente lo establecido en la Constitución será difícil de alcanzar en el corto plazo, ya se disponen a dar un voto de confianza al actual Primer Ministro, Najib Mikati, para que se mantenga al frente del gobierno.

Mientras tanto, los principales candidatos al palacio de Baabda son el independiente Michel Mouawad, Issam Khalife, Suleiman Franjieh y el exministro de Relaciones Exteriores, Gibran Bassil (favorito del presidente: es su yerno). Hasta el momento, el que logró más votos fue el primero, hijo del expresidente de Rene Mouawad, pero se encuentra lejos del respaldo de 80 parlamentarios y su oposición a Hezbollah puede jugarle en contra. 

Por el momento, el gran ganador es el voto en blanco y el sucesor que tenía en mente Aoun, se enfrenta a las sanciones de Estados Unidos por presunta corrupción y apoyo material a Hezbollah.

Finalmente, la comunidad internacional está presionando para que Líbano elija un presidente rápidamente que pueda implementar las reformas para acceder a mayor crédito, encaminar la economía y terminar con el sufrimiento de la sociedad. En la espera, pueden seguir sucediendo acontecimientos o escenas que pueden confundirse con ficción, pero representan lo peor de una crisis sin precedentes.

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