Tras el nada sorprendente triunfo de la extrema derecha en Francia, los partidos de centro e izquierda se preparan para evitar que Agrupación Nacional (RN) obtenga la mayoría parlamentaria.
El domingo, RN obtuvo una importante victoria en las elecciones anticipadas legislativas con el 33 % de los votos, aunque quedó lejos del 37 % pronosticado por las encuestas.
Por su parte, el bloque de izquierda NFP alcanzó el 28 %, mientras que la alianza de centristas del presidente, Emmanuel Macron, mejoró relativamente su performance y obtuvo el 22 %.
Pero, en Francia, la selección de los legisladores es por circunscripción y cada uno debe alcanzar el 50 % de los votos para ser electo.
Por ello, la mayoría de los casos se deberá definir en una segunda vuelta el próximo 7 de julio e incluso la primera vuelta ha dejado contiendas entre tres candidatos en alrededor de 300 de los 577 escaños disponibles para la Asamblea Nacional, ya que el 12,5 % de los votos es suficiente para clasificar.
En este sentido, intentando evitar que RN tenga mayoría propia, algo que sólo lograría si alcanza los 289 escaños, los partidos de centro e izquierda planean retirar a sus propios candidatos en los distritos donde otro candidato estuviera mejor posicionado para vencer al RN en la segunda vuelta del próximo domingo.
Sin embargo, Macron alertó que el partido de extrema izquierda Francia Insumisa (LFI), de Jean-Luc Mélenchon, es igual de peligroso que RN, por lo que no está del todo claro si tal pacto incluye a este actor.
Este lunes, Macron consideró que negar la mayoría al RN era la máxima prioridad: "¡Ataque!" fue la frase con la que el mandatario terminó un discurso con sus funcionarios en el Palacio del Eliseo.
Pero, aunque el "frente republicano" es una estrategia que el propio Macron ha utilizado para derrotar a la extrema derecha, incluso en 2022, cuando fue reelecto tras imponerse por sobre Marine Le Pen en el balotaje presidencial, los analistas dudan de cuán efectiva será la medida en esta oportunidad.
Como era de esperar, el triunfo de RN fue bien recibido por nacionalistas y grupos de extrema derecha en toda Europa, incluida la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, y el partido español Vox.
Además, el resultado también fue una buena noticia para el Kremlin, que consideró que esto refleja las tendencias que ya se observan en varios países europeos.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, expresó: "Estamos siguiendo muy de cerca el curso de estas elecciones, y se están confirmando las tendencias que han surgido anteriormente en varios países europeos, incluida Francia".
"Esperaremos a la segunda vuelta, aunque las preferencias de los votantes franceses están más o menos claras para nosotros", agregó.
Al igual que un hipotético triunfo de Donald Trump en EE.UU., los avances de candidatos más nacionalistas y conservadores en los países occidentales son una buena noticia para Rusia, en plena guerra en Ucrania, ya que estos partidos, en general, se muestran más reacios a apoyar la causa de Kiev.
