Para una economía como la de Argentina es clave lo que ocurre más allá de sus fronteras. Es imposible explicar su desempeño sin tomar en consideración lo que ocurre en el mundo. Sobre esa realidad, vendrán luego los aciertos y los errores de las decisiones que se adopten en el país.
Suele decirse que es un buen gobierno aquel que aprovecha al máximo los ciclos favorables de la economía internacional y minimiza los costos cuando son internos como cuando son adversos.
Por ese motivo, las perspectivas para la economía argentina en 2024 no pueden desligarse del contexto externo.
Pero no todos los temas de agenda internacional tienen el mismo impacto. Entre los que Argentina debe tener más en cuenta, se destacan los siguientes:
Actividad: Todas las instituciones internacionales, proyectan un menor crecimiento en 2024 que en 2023. Una mayor actividad global hubiera favorecido a Argentina como al resto de los países. Por otra parte, un menor crecimiento mundial afecta el precio de lagunas materias primas que son la base de la oferta exportadora del país. China es una gran demandante de esos productos y ya no crecerá como a principios de siglo y para 2024 se estima una suba de su PIB de 4,5%. De todas maneras, los países que mostrarán la mayor expansión serán los del sudeste de Asia con los que Argentina registra un elevado superávit comercial. El mundo desarrollado, por su parte, crecerá entre 1% y 2%
Dólar: Un dólar más débil contra el resto de las monedas favorece a Argentina por dos vías. Por un lado eleva el precio de las commodities que exporta porque su precio se mueve en sentido contrario al del dólar. Por otra parte, es menos desafiante el manejo de la política cambiaria local cuando el dólar baja contra las otras divisas que cuando sube. Los ciclos de dólar fuerte en el mundo como fueron los de la primera parte de la década del ´80, la segunda etapa de la del ´90 y el periodo que comenzó en abril de 2018 no fueron positivos para el país. Como la Reserva Federal comenzará a recortar la tasa de interés, probablemente en el segundo trimestre de 2024, el dólar debería estabilizarse y no cabe esperar movimientos bruscos.
Brasil: Es el mayor socio comercial del país y el principal destino de sus exportaciones industriales. Por eso, el desempeño de su economía es clave para Argentina Para 2024 se espera que registre un moderado crecimiento en torno al 2% y que tenga estabilidad cambiaria con un dólar en torno a los 5 reales. Dado que la inflación sería inferior al 4%, no cabe esperar sobresaltos. Si bien el nivel de actividad es más importante que la cuestión cambiaria para impulsar el comercio, el escenario brasileño luce favorable para Argentina.
Tasas: El mundo marcha hacia menores niveles de inflación y consecuentemente tasas de interés más bajas Los principales bancos centrales del mundo como la Reserva Federal y el Banco Central Europeo ya le pusieron fin al ciclo alcista de las tasas y en 2024 comenzarán a recortarlas. Incluso el BCE podría tomar esa decisión antes que la Fed. Aunque Argentina está alejada de los mercados internacionales esa situación puede revertirse y una tendencia declinante de la tasa en el mundo también la favorece.
A nivel de recorte de tasas, los países de la región, como Brasil, Chile, Perú, Paraguay y Uruguay fueron los pioneros. En 2024 se sumarán a la lista Colombia y México.
