Panorama
Con una iniciativa imparable y un triple embrujo, el mercado financiero argentino ni se inmutó después del esperable rechazo que le dio la vieja política del Senado al DNU del presidente Javier Milei que pretende cambiar de cuajo la estructura estatal que viene hundiendo al país de manera indefinida desde hace casi un siglo.
Antes de la apertura de los negocios había cierta inquietud por la reacción que tomarían los inversores, pero se conoció que el ministro Luis Caputo logró también en febrero superávit financiero (esta vez por $ 338.112 M), además hubo buenas noticias para el campo por las lluvias y por las mejoras de precios para los granos en Chicago, apareció una mejor nota de S&P esta vez para los bonos en moneda extranjera y como remate de ese tsunami de buenas noticias, el BCRA le entregó dólares a manos llenas a los importadores para que entren con productos a bajo precio y hagan competir a los oligopolios locales, que se resisten a bajar los valores de las góndolas.
El resultado de todo eso determinó que el dólar blue se mantuviera completamente inmóvil, con subas para los dólares financieros, aunque en lo que va de marzo están absolutamente muertos, sin variación. Los bonos argentinos volvieron a mejorar y el riesgo país volvió a recuperar la tendencia bajista. Y sin un volumen nada destacable, la Bolsa de Buenos Aires esta vez fue la mejor de todas, mientras buena parte de los mercados bursátiles externos estuvieron con bajas.
Mientras Vladimir Putin está iniciando su primer día electoral en una votación que durará hasta el domingo, lo que dominó los mercados mundiales fue la convicción de que la baja de la tasa de la Fed demorará, por lo que se siguen afirmando las tasas largas de EE.UU.: se pagó 5,1% anual a 1 año de plazo, 4,3% a 5 años de plazo, 4,3% a 10 años de plazo y 4,4% a 30 años de plazo. Y con eso en el exterior el súper dólar sigue intacto: subió 0,5% en Japón, 0,2% en Brasil y Chile, 0,1% contra la libra y el yuan, y no cambió contra el euro y el mexicano.
A nivel local, además de usarlo como ancla, con un crawling peg del 2% mensual, muy amarrete frente a una inflación que todavía viaja en dos dígitos mensuales, se aplicó otro torniquete para que el dólar tenga uso con doble propósito. Luego de comprar, con un dólar exportador de $ 930,96, nada menos que US$ 229 M en el mercado, al final del día el BCRA terminó perdiendo reservas por US$ 288 M porque le abrió manos llenas a los importadores para que llenen las góndolas con productos de primera necesidad con precios mucho más bajos que los que sostienen los oligopolios locales.
Con esa movida en el centro de la escena, a pesar del impacto que podría haber tenido el rechazo del DNU en el Senado, ahorristas e inversores terminaron considerando que los participantes de la Cámara Alta son la vieja política, algo así como viejos tangueros y no ven lo que está pasando en la actualidad. Así, el dólar blue no cambió y cerró a $1.025, el Senebi saltó $14,48 hasta $1.073,48, el MEP subió $13,80 hasta $1.029,72 y el contado con liquidación subió $12,56 hasta $1.073,46. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 15% y la brecha entre el ccl y el mayorista fue del 26%.
Mientras tanto, en títulos públicos hubo una novedad completamente contrapuesta a lo anunciado hace dos días. El miércoles S&P declaró en default selectivo a la deuda argentina en pesos por el nuevo canje realizado por el ministro Caputo, repitiendo el mismo movimiento que realizó Sergio Massa tres veces durante su paso por Economía. Pero en el cierre de la semana la misma S&P le subió la nota a los bonos emitidos en moneda extranjera por la notable suba de reservas lograda desde que Milei está a cargo: pasó la calificación de "CCC-" a "CCC", por lo que la pasó del quinto al cuarto subsuelo.
Esa pequeña mejora, más la perspectiva de seguir subiéndola si el incremento de reservas se multiplica ahora que se empiece a cobrar dentro de cuatro semanas la cosecha gruesa, le entregó un nuevo plafón a los títulos públicos. Con volumen récord, ultra diversificado en muchos papeles, los bonos argentinos subieron 0,7% y el riesgo país bajó 45 unidades, hasta 1.603 puntos básicos.
A nivel papeles privados, Wall Street está sumergido en dos preocupaciones: los precios de burbuja en las tecnológicas y en las criptomonedas y el posible retraso, con alguna chance de suba en la tasa base de la Reserva Federal. Por eso se concretó otra rueda en baja para la bolsa de Nueva York: el Dow cedió 0,5%, el S&P bajó 0,6% y el Nasdaq cayó 1%. Y detrás de eso, la bolsa de San Pablo bajó 0,7% pero la bolsa de México subió 0,3%.
E increíblemente, después del cachetazo que permitió el senador Lousteau en el Senado, con una posterior declaración de representantes de la UCR deplorando la actitud del presidente de ese partido, el mercado bursátil local fue el mejor de todos. Con $20.334 millones operados en acciones y $24.961 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 2,9%. En tanto que las ADR argentinas en NY anotaron una suba en bloque del 1 al 15% para Despegar, Telecom, Supervielle, Macro, Francés, TGS, Edenor, Galicia, Central Puerto, Loma Negra y Pampa E; con baja del 2 al 4% para Mercado Libre e IRSA.
Finalmente, con la mirada puesta en Moscú, los commodities siguen muy en la cuerda floja. Hubo baja del 0,1% para el petróleo. El oro retrocedió algo pero la onza de plata pegó un salto. Los metales básicos actuaron mixtos. En Chicago hubo mejoras para el maíz y la soja pero mal resultado para el trigo.
- En Rosario no hubo negocios ni con soja ni con maíz, y se anotaron descensos para el sorgo y el trigo. Y tras el fuerte retroceso de las últimas ruedas, el Bitcoin repuntó 0,8% pero con grandes altibajos en el resto de las criptomonedas.
