El Economista - 73 años
Versión digital

vie 26 Jul

BUE 11°C

¿Tasa, inflación o dólar?

El inversor deberá analizar cuál escenario considera de mayor probabilidad de ocurrencia en el segundo semestre y, como sostenemos siempre, armar un portafolio que le dé mayor preponderancia a éste, pero que contemple un mix con los otros escenarios.

19 mayo de 2016

por Matías Daghero (*)

Esta semana, el BCRA continuó con su camino de reducción de las tasas de interés pagadas por las Lebac. En este caso, la reducción fue de 75 puntos básicos (25 puntos más que en la licitación del 3 de mayo). Adicionalmente, el recorte fue mayor en el plazo más corto que en el largo, produciendo una curva más aplanada.

Este movimiento se da luego de que el índice de inflación de abril fuera el más alto desde el 2002. Sin embargo, desde el BCRA se justificó el movimiento citando que la inflación núcleo estaría descendiendo. Más allá de esto, el freno en la actividad económica y las presiones por parte del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas parecerían estar jugando también su rol en la decisión de comenzar a bajar la tasa. Es que, con esos niveles de tasa de descuento, son pocas las empresas en el mundo que resultan convenientes y viables (de hecho, la reciente limitante para que inversores extranjeros sólo puedan licitar Lebac de plazos más largos va en ese sentido). Y para el empresario que ve el freno en la actividad, esperar a que se reactive un poco la economía mientras cobra tranquilo una tasa más que interesante resulta muy atractivo (y hasta podríamos decir una medida prudente).

Luego de la nueva baja en la tasa de interés, algunos operadores esperaban que en la jornada de ayer el dólar mostrara una recuperación, pero la misma no se dio. El dólar continuó operando estable con leve tendencia a la baja como el resto de la semana. Esto es una buena noticia para aquellos inversores que están participando de la licitación de las Letras del Tesoro en dólares pero que licitan con pesos debido a que el tipo de cambio que se tomará para la misma es la del cierre de ayer miércoles.

En medio de todo este contexto de incertidumbre, como inversores debemos continuar tomando decisiones respecto a la asignación de nuestros activos. Y aquí es cuando debemos comenzar a ponderar los escenarios. ¿En qué tomamos posición: inflación, tasa o dólar?

Los tres canales Nos acercamos cada vez más a que el nuevo Indec comience a difundir el índice de precios y esto tendrá su impacto en los bonos que ajustan por CER (esperando que éste empiece a reflejar el número de inflación real). Pero, cabe la pregunta, ¿qué caerá más rápido: la tasa de inflación o la tasa de interés? La respuesta a esta pregunta puede inclinar la balanza para el inversor entre distintos activos.

Si uno considera que Federico Sturzenegger podrá mantenerse firme y que las tasas tendrán una una mayor ganancia de capital en bonos que ajustan por CER. Al tener éstos su cupón fijo, para reducir su TIR (caída que se daría en el arbitraje de los mismos con los bonos que pagan en pesos) deberán subir en el valor de su capital pudiendo beneficiarse el inversor con este movimiento. Aquí los instrumentos a utilizar podrían ser bonos como el PARP o el DICP, entre otros. De darse la situación inversa (tasas que caigan más rápido que la inflación), los beneficiados serían los bonos que ajusten por tasa Badlar o tasa Lebac como el AS16, A2S6 o AMX8, entre otros. En todos los casos son bonos que tienen un menor volumen que los más habitualmente operados (en dólares) por lo que conviene asesorarse bien respecto de la liquidez de los mismos.

Pero a pesar de que en los últimos meses ha venido de capa caída, tampoco hay que olvidarse del dólar. El mix que se produjo entre la caída del tipo de cambio y una leve suba del rendimiento de los bonos hacen que los mismos se encuentren en un punto de entrada atractivo. Aquí las opciones van desde las Letras del Tesoro, que se terminan de licitar hoy, bonos dollar-linked (el AO16 que vence en octubre rinde casi 8%) y bonos en dólares (AA17, AY24 y DICA, entre otros).

En el caso de compartir el optimismo respecto de que en el segundo semestre (en 43 días y restando) todo mejorará, las acciones serían el instrumento que más podría beneficiarse con la reactivación de la economía.

El inversor deberá analizar cuál escenario considera de mayor probabilidad de ocurrencia y, como sostenemos siempre, armar un portafolio que le dé mayor preponderancia a éste, pero que contemple un mix conlos otros escenarios. Apostar todo a ganador en un único escenario no suele dar buenos resultados en el largo plazo, más aún en un país tan impredevisible como el nuestro.

(*) Autor del libro “Con los $ que tengo, ¿qué hago?”

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés