Como era de esperar, el debut del dólar agro tuvo ayer pocas operaciones, con muchísimos productores revisando qué productos entran y si es conveniente liquidar divisas a $300, o si todo esto se tratará de otro parche que llevará a otro pulso inflacionario y a otra suba del dólar.
Sin embargo, mientras todos estaban atentos al inicio de esta devaluación encubierta, detrás de la cortina del mercado la justicia falló en contra del pedido de Juntos por el Cambio para que se anule el canje de bonos en dólares del FGS y ese paso decisivo ayudó a que los dólares libres se desplomaran.
Claro que la baja del blue, del MEP y del contado con liquidación tuvo otra ayuda decisiva: en la 23° rueda consecutiva con ventas, el Banco Central se desprendió de nada menos que US$ 99 millones en el mercado de cambios para alimentar a una corrida cambiaria que se devora todo lo que le entreguen.
Nadie quiere pesos
Llega a tal punto el rechazo de los pesos, con una inflación que el Indec confirmará este viernes si efectivamente fue superior al 7% anual y a casi 110% anual, que en apenas diez días el Banco Central se deglutió los US$ 5.300 millones recibidos en DEG de parte del FMI. La mitad de eso lo debía, y el resto se fue ahora en la segunda cuota, por lo que ayer volaron de Reconquista 266 otros US$ 1.455 millones.
De ese modo, según cálculos privados, mientras espera con gran ansiedad que empiecen a entrar las liquidaciones por el nuevo dólar agro, el BCRA está otra vez con reservas líquidas por US$ 5.000 millones negativos, que se suponen son sacadas de los depósitos de los privados que están encajados en la autoridad monetaria (de ahí el permanente goteo de gente retirando billetes verdes de sus cuentas).
Tal como pasó en el dólar soja 1.0 en septiembre y el dólar soja 2.0 en diciembre, el primer día fue una especie de round de estudio. El cálculo que realizan los analistas es que en los primeros 45 días (con la soja como gran protagonista) posiblemente entren al Banco Central reservas por US$ 5.000 millones, que se irán rápidamente según el ritmo de dólares que se ve obligado a vender Migue Pesce cada día para que el dólar no atraviese definitivamente la barrera de los $400.
Dudas con el dólar soja
Hay una gran duda en los productores y en los inversores en general. La compra de US$ 5.000 millones para que entren a las reservas requerirá de la liberación de una emisión de pesos por $ 1,5 billones, que el equipo económico esta vez espera tabicar, para que no puedan ir directamente a comprar bonos para irse a cajas de seguridad o al colchón vía dólar MEP, o al exterior vía contado con liquidación.
Los productores de soja y los que tienen los otros productos habilitados de economías regionales tienen sus valores en silos y bodegas, y si liquidan pueden llegar a recibir pesos trabados, cambiando porotos por pesos que se devalúan a un ritmo mensual de más del 7%, y eso haría que pueden llegar a ser menos que los pensados los que terminen participando.
Pero la decisión judicial, trabando el pedido de JxC para que se anule el canje de bonos en dólares por bonos en pesos convirtió ayer a la rueda con títulos de territorio negativo a un final levemente positivo, por lo que en definitiva el riesgo país terminó bajando en 43 unidades, hasta 2.429 puntos básicos.
Fuerte suba de YPF
Incluso hubo un buen día para los papeles privados, con soponcio para los tenedores de papeles como YPF y Garovaglio, que anotaron subas notables. El ADR de la petrolera saltó 10% en Wall Street tras su acuerdo para cerrar el juicio por reclamo ambiental con un pago de US$ 575 millones compartido con Repsol. En tanto que Garovaglio brincó nada menos que 17% en la Bolsa porteña, supuestamente por las transformaciones que ha realizado la empresa.
El resto de la atención está concentrada en los índices de inflación que se irán conociendo a lo largo de la semana. Hoy sale el dato de China. Mañana el dato de EE.UU. Y el viernes a las 16, luego del cierre del mercado, el Indec dirigido por Marco Lavagna confirmará, o no, que el IPC de marzo fue superior al 7% mensual y bien arriba del 100% anual, tal como predijo el REM el viernes pasado, que fue repartido curiosamente en un feriado de Viernes Santo.
Igualmente debe hacerse notar que según los últimos cálculos de varios estudios privados, con ambos países sufriendo la guerra en Ucrania y la sequía, casi por igual, Uruguay terminará este año con una suba del 2% en su PBI con una inflación del 7% anual. Mientras que Alberto y sus particulares políticas económicas finalizarán para la Argentina con una caída del 3,5% en el PIB y con una inflación del 115%.
Veremos que IPC anuncia Estados Unidos el miércoles, pero por ahora muchos analistas están jugados a que la inflación seguirá siendo persistente, por lo que se espera que el próximo 3 de mayo el titular de la Fed confirme otra suba de 25 puntos básicos, hasta 5,25% anual, e incluso ahí se verá si la suba de tasa corta ha finalizado, o no.
Ayer, en línea con esa expectativa, hubo un repunte en las tasas largas de EE.UU.: se pagó 4,7% anual a 1 año de plazo, 3,5% a 5 años, 3,4% a 10 años y 3,6% a 30 años. Y eso permitió que en el exterior el dólar global volviera a repuntar contra todo: subió 1,1% contra el yen, 0,3% contra el euro, la libra y el mexicano, 0,2% en Brasil y China y 0,1% en Chile.
Los dólares en Argentina
En el mercado argentino, mientras tanto, volvió a pasar más o menos lo mismo que viene sucediendo últimamente. En el primer día del dólar agro, con operaciones de estudio (¿se convencerán los productores de liquidar a $300?), el BCRA se lanzó a vender dólares a dos manos para seguir controlando la corrida cambiaria
De manera notable, en la rueda número 23 consecutiva con venta de dólares, el BCRA se desprendió ayer en el merado de cambios de US$ 99 millones, y como pagó otra cuota con el FMI las reservas terminaron cayendo en US$ 1.455 millones, por lo que en esta ocasión los US$ 5.300 millones entregados por el Fondo entraron y salieron en apenas diez días.
Pero como el reparto de dólares fue tan grande, con el fallo judicial apoyando el canje, los dólares libres cedieron. El dólar blue bajó $1 hasta $391, el dólar Qatar saltó $3,92 hasta $441,46, el dólar Senebi bajó $1,62 hasta $403,58, el dólar MEP cayó $6,65 hasta $390,71 y el contado con liquidación cayó $5,59 hasta $403,17. Por lo que la brecha entre el dólar oficial y el blue bajó al 77% y la del CCL con el mayorista se redujo al 89%.
Buen día para las bolsas
En el mundo bursátil mientras tanto, también se realizó una rueda de estudio. A la espera del IPC del miércoles, hubo un cierre casi sin cambios en la bolsa de Nueva York: el Dow subió 0,3%, el S&P subió 0,1% y el Nasdaq bajó 0,1%. Con suba del 1% en la Bolsa de San Pablo y del 1,1% en la Bolsa de México. Y hay que estar muy atentos porque antes del fin de semana comienza la presentación de temporada de balances en Wall Street. Y los primeros informes serán de los bancos, que seguramente no vendrán con números muy buenos, especialmente después de reciente colapso financiero.
A nivel local, la rueda bursátil fue positiva. Con $4.672 millones operados en acciones y $7.038 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 1,5%, con Garovaglio rompiendo todos los esquemas. Mientras que los ADR argentinos que cotizan en Nueva York mostraron una suba en bloque de hasta el 10%, con YPF, Banco Francés, TGS, Supervielle, Bioceres, Cresud y Central Puerto como las más beneficiadas del día.
Pero además de todo lo mencionado, hubo otra señal de importancia que surgió de las variaciones de los commodities. No hubo novedad con el petróleo, ya que bajó 0,7%. Los metales preciosos también estuvieron frenados. Los metales básicos casi no hubo feriados porque los mercados especializados no funcionaron por pos Pascuas. En Chicago los granos actuaron sostenidos y en Rosario se operó muy poco.
Y lo gran destacado del día fue el Bitcoin, que luego de haber cotizado a US$ 15.500 hace apenas seis meses, ayer saltó otro 4,2%, colocándose ya muy cerca de los US$ 30.000. Evidentemente, muchos criptoadictos creen que la Fed dará un paso en falso, con chances de colocar a EE.UU. en una recesión con inflación, lo cual abriría a todos los mercados a una situación completamente incierta.
