por Luis Varela
Lejos de la mejora climática, que después de los grandes vientos del martes permitió disfrutar un miércoles casi primaveral, el mercado argentino volvió a sufrir ayer nubarrones bastante complicados.
El principal elemento que continúa actuando como freno fundamental a esta parte del ciclo llegó nuevamente desde Brasil: sin Dilma y con acusaciones de corrupción pesando sobre Lula, el dólar sigue subiendo, pasando de los 3,12 reales tocados hace un mes a los 3,35 reales del cierre de ayer.
En base a esa diferencia debe decirse que desde que Temer tomó el mando efectivo de la Presidencia brasileña, el billete verde acumula un aumento del 7,4%. Con este valor, si hace un mes ya era complicado vender determinados productos argentinos en Brasil, ahora es bastante más complicado.
Debe decirse que el dólar está marcando, a nivel internacional, una zona de indefinición desde hace casi tres meses: Estados Unidos está a menos de ocho semanas de la elección presidencial, y los analistas afirman que una vez tomada la decisión entre Hillary Clinton y Donald Trump, la Fed quedará con las manos libres para poder hacer la segunda suba de tasas en años.
En Buenos Aires, con la inflación bastante más atemperada, pero con el titular del BCRA, Federico Sturzenegger afirmando que todavía es altísima, el billete verde estuvo ayer algo más tonificado: subió 5 centavos, hasta $15,27 el oficial y $ 15,41 el blue, en un zigzag que se mantiene en el mismo nivel que el valor consolidado en febrero y marzo de este año.
Eso sí, mientras el grueso de los negocios con moneda se hace en dólares, sobresalió ayer una suba de 10 centavos en las cotizaciones del euro y la libra esterlina, y una nueva baja de 5 centavos en el valor del real, encareciendo todos los productos que Argentina vende en el mercado brasileño.
A nivel internacional se está dando una sistemática baja de las commodities. El petróleo achicó hasta US$ 43,70 por barril (perdió 9% en las últimas seis ruedas). Y los granos también estuvieron débiles en Chicago, con bajas del 3% para el maíz, del 2% para el trigo y escaso cambio para la soja.
Con esa certeza en el escenario, y con un clima mundial en el que la aversión al riesgo va creciendo lentamente, los bonos argentinos volvieron a sufrir otra jornada con alto volumen operado y con precios levemente a la baja. Esto determinó que el riesgo país repuntara 30 puntos básicos, pasando de 440 a 470 unidades. Y en este punto debe destacarse que hay una gran concentración de negocios: de hecho, sobre el 100% de los negocios de ayer el 29% se hicieron con el bono AA17 y el 17% con el bono AY24.
Con ese embotellamiento en solo dos bonos, hubo una suba del 0,5 al 1,7% para los bonos RNG23, TVPP, CO17, RNG21, PMG18, DIA0D, CEDI, TVPA y AN18. Y una baja del 1 al 3,8% para los bonos BPMD, AA26, DICYC, TVPE, PARP, PAA0, DICAC y DIY0.
En papeles privados el escenario siguió bastante pálido. Las Bolsas europeas y asiáticas cerraron con mayoría de rojos leves, Wall Street terminó mixto (gracias a un repunte de las acciones del gigante Apple), las Bolsas latinoamericanas también terminaron sin grande variantes (San Pablo subió 0,4% y México bajó 0,8%) y Buenos Aires empezó bien, pero terminó pidiendo la hora.
Efectivamente, en la apertura de negocios el índice Merval anotaba una suba de más del 1%, pero terminó apenas 0,16% arriba. Las acciones del Santander vienen entonadas por la adquisición del negocio minorista del Citi.
