Se termina la pesadilla para uno de los fondos de inversión que peor la pasó en la Argentina en los últimos años. Franklin Templeton habría prácticamente terminado de vender su tenencia de bonos argentinos, según la agencia Bloomberg, en lo que se convierte en la salida más anunciada después de perder millones de dólares en una apuesta "política".
Templeton, con Michael Hasenstab a la cabeza, fue la cara visible del fracaso de Wall Street con el Gobierno de Mauricio Macri. Los financistas de Nueva York jugaron grandes fichas a que Cambiemos iba a revolucionar un país complejo como Argentina y se aferraron al giro pro mercado prometido incluso cuando gran parte de los inversores locales, con "menos camiseta puesta y más cabeza", ya habían salido.
"Hicieron apuestas con ideología y política cuando de lo que se trata en este negocio es de ganar plata", dice uno de los traders más experimentados que veía como Templeton, Fidelity, BlackRock y otros, acumulaban cualquier bono que el "Messi" de Cambiemos, léase Luis Caputo, les ofrecía.
Templeton, que llegó a tener US$ 5.000 millones en títulos argentinos, también había desembarcado en el país. Su apuesta fue a todo a nada con las promesas del macrismo: llegó de la mano del ex Deutsche Bank y luego vice del Central, Gustavo Cañonero, a vender sus fondos junto a Grupo SBS, de Marcelo Menéndez. Su representación en la Argentina estaba a cargo de Lionel Modi (ex Di Tella que manejó Orígenes AFJP), quien jugó un rol importante en la licitación de bonos que se negociaba con Caputo (los famosos Botes). Ya no quedó nadie de Templeton en la Argentina y Modi se fue a una DeFi llamada IOV Labs.
"Hicieron apuestas con ideología y política cuando de lo que se trata en este negocio es de ganar plata", dice uno de los traders más experimentados que veía como Templeton, Fidelity, BlackRock y otros, acumulaban cualquier bono que el "Messi" de Cambiemos, léase Luis Caputo, les ofrecía
Pero las pérdidas de Templeton acorralaron a Hasenstab, el ejecutivo que quedó en el ojo de la tormenta. Su apuesta por los bonos argentinos no fue la única que perdió. Predijo, a finales del 2018, que Macri iba a ser reelecto.
"Sigue siendo muy popular a pesar de que el país está entrando en recesión. Creo que eso dice mucho. La gente estaba tan agotada, frustrada y empobrecida por el régimen anterior que todavía quieren un cambio", dijo en una entrevista también a Bloomberg.
Claro que el día posterior a las PASO, cuando la fórmula Fernández-Fernández le ganó ampliamente a Macri-Pichetto, los bonos de la deuda se desplomaron 20% y Templeton perdió (en 1 día) casi US$ 2.000 millones.
"Lo de Hasenstab no fue inusual. El equipo de Caputo fue muy hábil en vender la historia de Argentina en Wall Street. Así entraron varios", decía un trader que estuvo en esos momentos "seducido" por las bondades que mostraba el país, pero que salió a tiempo.
El día posterior a las PASO, cuando la fórmula Fernández-Fernández le ganó ampliamente a Macri-Pichetto, los bonos de la deuda se desplomaron 20% y Templeton perdió (en 1 día) casi US$ 2.000 millones.
"En Wall Street se compró la idea del cambio y fueron cayendo todos. No es que era sólo por ideología, sino que veían que sus fondos competidores compraban bonos argentinos, entonces lo que haces como portfolio manager es copiar a tu rival. En este negocio es mejor que perdamos todos a que gane uno y vos no hayas entrado, ahí te sacan la silla. Y eso Caputo y su gente sabía perfectamente como funcionaban", explicaba.
Sea como fuere, la apuesta fallida de Templeton no lo corrió, necesariamente, de la región. Actualmente son muy entusiastas del Brasil de Lula donde plantean que el país carioca "tiene un futuro brillante" y donde recomiendan firmemente las acciones del Bovespa.
Claro que las heridas de Templeton, que le costó "sangre, sudor y lágrimas" desprenderse de sus bonos en pesos y huir de la Argentina haciendo el Contado con Liqui (CCL), será un verdadero problema para el próximo gobierno.
Mientras que algunos creen que vendrá un "rally" electoral, es muy probable que no sea muy efusivo. Precisamente porque Wall Street se quemó con Argentina y nadie se atreve a apostar por un hipotético giro a partir de diciembre del 2023.
El país no recuperó el acceso al mercado internacional luego de la pobre reestructuración de Martín Guzmán que priorizó un patear hacia adelante los vencimientos más que dar algún tipo de incentivo para que los inversores quieran quedarse con los títulos. Por eso, cualquier suba de la deuda activa ventas de los principales fondos de Wall Street que quieren bajar exposición en unos títulos que no pagan cupones. El pecado capital del inexperimentado Guzmán.
Mientras que algunos creen que más adelante en el tiempo habrá un "rally" electoral, no será muy efusivo. Precisamente porque Wall Street se quemó con la Argentina y lo que viene es, en el mejor de los casos, desafiante. Por eso, nadie se atreve a apostar por un hipotético giro a partir de diciembre del 2023.
