por Luis Varela
Con la destitución de Dilma Rousseff dominando el cielo de América Latina, los mercados del exterior cerraron agosto con el dólar marcando otra rueda muy firme en Europa y en las plazas asiáticas, con un particular aumento en Chile, donde la divisa estadounidense anotó una suba de 670 a 680 pesos, luego de haber cerrado la semana pasada a 660, coronando los últimos cinco días con un importante aumento del 3%.
En Argentina, sin embargo, con el freno a las importaciones y el blanqueo en el centro de la escena, el dólar volvió a debilitarse de manera consistente, bajando en el último día del mes nada menos que 14 centavos, con el oficial colocado en $15,19 y el blue en 15,41, sin que la reciente baja de tasas en las Lebac y en los plazos fijos esté afectando de manera alguna el valor de la divisa estadounidense.
A pesar de conocerse que más de 650.000 pequeños ahorristas terminaron comprando dólares en julio, el billete verde sigue flojo en Argentina, con vistas a un cierre de año en el que el blanqueo puede tener un protagonismo importante. De hecho, el ex secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, indicó que “el blanqueo va a inducir a un mayor atraso cambiario” y se mostró preocupado porque el desequilibrio fiscal y el atraso cambiario que hay en Argentina es lo que está dificultando la llegada de inversiones.
La fortaleza del dólar en los mercados externos volvió a condicionar el precio de las commodities. El petróleo anotó una fuerte baja: terminó el mes a US$ 44,70 por barril. También hubo descensos para las onzas de oro y plata y en general debilidad para todos los metales básicos. Y, de igual modo, también hubo achique de precios en los granos, ya sea en la Bolsa de Chicago como en la Bolsa de Rosario.
Con el blanqueo en las gateras, la merma del principal producto de exportación de Argentina no afectó a los títulos públicos: los bonos retomaron la tendencia alcista y algunos papeles del estado lograron redondear un mes de agosto muy positivo. Solo por citar algunos papeles puede decirse que los bonos AA46, TVPP, PMN18, PARA, DIA0, PAY0 y AMX9 tuvieron en el mes subas que fueron del 3 al 5,5% mensual, muy por encima de los rendimientos de las tasas, con las Lebac pagando 2,1% mensual y los plazos fijos entregando una renta que fue del 1,5 al 1,6%.
Las que no tuvieron un buen día fueron las acciones. Con el petróleo en baja y la discusión de las tarjetas de crédito a punto de entrar al Senada, la Bolsa de Buenos Aires volvió a achicar otro 1,4% y con más volumen de negocios. La situación externa tampoco favoreció al resto de las Bolsas: San Pablo bajó 1,1% y Wall Street anotó una merma del 0,2%, con reiterados rumores sobre la próxima suba de tasas de interés, lo cual está haciendo que la debilidad mostrada por el dólar en la primera parte del año empiece a encontrar un rebote.
En los precios de la Bolsa es, en realidad, donde más se está notando la incertidumbre que tienen los inversores, con distorsiones y diferencias de precios que se transforman en un verdadero abismo. Sólo por citar los casos extremos se puede decir que en el mercado bursátil argentino de agosto hubo compañías que anotaron subas que fueron del 4 al 60% en el mes, con Petrolera del Conosur en el tope de las subas y aumentos muy consistentes en Grimoldi, Domec, San Miguel, Costanera, Central Puerto, Petrobras, Banco Macro Minetti y Polledo.
Del otro lado, sufriendo un gran castigo, hubo empresas que tuvieron un agosto muy sombrío, con caídas del 8 al 50%, donde sobresalieron las bajas de Banco Río, Longvie, Nortel, Colorin, Quickfood, Pampa, Ledesma, Mirgor, Casado, Carboclor, Esmeranda, Transener. Caputo, Gas Natural, Camuzzi, YPF, Pampa Energía, Morixe, Molinos, Metrogás e Introductora.
En suma, vivimos un agosto en el que algunas acciones y algunos bonos, de manera muy selectiva, le ganaron a la inflación, que estaría levemente arriba del 1,4% mensual, superando a las tasas de interés, y emergiendo por encima del dólar, ya que en el mes el dólar blue bajó 0,4% y el dólar oficial terminó achicando 0,7%, en otro mes de retroceso, que le sigue entregando al país una inflación en dólares que tarde o temprano será compensada.
Se abre setiembre, un mes decisivo. En las próximas semanas se sabrá si el blanqueo que pide Macri prospera. Y también se conocerá cuál es el acuerdo que logra el Presidente con China, donde esta misma semana se observó un tira y afloje, con una petrolera oriental importante retirarndose de Chubut, por no aceptar los requisitos de Rawson para invertir en territorio provincial.
