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Muy grave: la pobreza subió 15 puntos desde 2017

La pandemia profundizó sensiblemente el aumento de la pobreza, que comenzó a mediados de 2018 con la crisis cambiaria.

La pandemia profundizó sensiblemente el aumento de la pobreza.
La pandemia profundizó sensiblemente el aumento de la pobreza. Archivo.
01 octubre de 2021

En el primer semestre de 2021, la pobreza afectó a 40,6% de la población, por lo que alcanzó a casi 18,6 millones de personas y mostró una baja respecto al 42% del período previo. En tanto, la indigencia tuvo en los primeros seis meses del año un incremento respecto a los seis meses anteriores: pasó del 10,5% al 10,7% y afectó a 4,9 millones de argentinos. 

La pandemia profundizó sensiblemente el aumento de la pobreza, debido a que empeoró la crisis socioeconómica que venía atravesando nuestro país. Para tener en cuenta, entre el primer semestre de 2019 y el de 2021 la pobreza creció 5,2 puntos porcentuales (p.p.), mientras que la indigencia actualmente es 2,7 p.p. superior a la de ese lapso. Si la comparación es contra el primero de 2017, la suba es de 12 puntos. Contra el segundo, cuando llegó a 25,7%, la suba es de 15 puntos. Una trayectoria difícil de encontrar en el mundo.  

El informe del Indec detalló que el porcentaje de hogares ubicados por debajo de la línea de pobreza alcanzó al 31,2% del total, donde residen el 40,6% de las personas que se encuentran en situación de pobreza. Dentro de ese conjunto, 8,2% de los hogares están por debajo de la línea de indigencia, que incluyen al 10,7% del total de las personas comprendidas en la medición de pobreza. 

Esto implica que, para el universo de los 31 aglomerados urbanos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), por debajo de la línea de pobreza se ubicaron 2.895.699 hogares al cierre del primer semestre, lo que representa un total de 11.726.794 personas. Sin embargo, si se toman las estimaciones del organismo estadístico, que arrojan una población total de 45.808.747 millones, da como resultado 18,6 millones de pobres y 4,9 millones de indigentes. 

Con respecto al segundo semestre de 2020, la incidencia de la pobreza registró una reducción de 0,4 (p.p.) en la cantidad de hogares y una merma de 1,4 p.p. en el número de personas. En cambio, en el caso de la indigencia, esta mostró un aumento de 0,4 p.p. en los hogares y de 0,2 puntos en la cantidad de personas comprendidas dentro de esta situación. 

Por regiones 

Con una pobreza del 40,6% a nivel nacional al cierre del primer semestre, los principales aglomerados urbanos que estuvieron por encima de ese promedio fueron: Resistencia, en Chaco, con el 51,9%; la ciudad de Santa Fe, con 50,5%; Santiago del Estero, con el 50,2%; Formosa, 47%; Córdoba, 46,6%; Tucumán, 46,2%; San Luis, 44,3%; Mendoza, con el 43,7% y los partidos del Gran Buenos Aires (GBA), con 45,3%. 

A nivel regional se observaron disparidades en la evolución. En el GBA, la zona con mayor cantidad de población, y en la Patagonia se observó una reducción de la incidencia de la pobreza e indigencia, mientras que en el resto se incrementó. 

Las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones Noreste (NEA), 45,4%; y Noroeste (NOA), 44,7%. Las menores, por su parte, se registraron en las regiones Patagonia, 34,4%; y GBA, 39,2%.  

El trabajo del Indec comentó que en los aglomerados de 500.000 y más habitantes se observó una reducción de la pobreza (-2,3 p.p.) respecto al segundo semestre de 2020, mientras que en los de menos de 500.000 habitantes se registró un aumento (+2,8 p.p.). 

Por edades 

En el análisis por edades y grupos en condición de pobreza, el informe destacó que el 54,3% de las personas de hasta 14 años son pobres y el 16,6% indigentes, por lo que siguen siendo los más afectados. Ese guarismo fue 3 p.p. más bajo que en el segundo semestre de 2020, pero más alto que en ese período de 2019 (52,3%) y 12 p.p. superior al primer semestre de 2017 42,6%. 

Poco más de 6 millones de niños viven bajo condición de pobreza. De ellos 1,8 millones no llegan a cubrir requerimientos mínimos alimentarios, es decir, hubo 101.500 más en el semestre si se lo compara con el anterior”, resaltó LCG

En tanto, en el grupo etario de entre 15 y 29 años, el 48,5% se encuentra en situación de pobreza, de los cuales 12,8% son indigentes. En cuanto al rango que va de 30 a 64 años, el 36,6% quedó bajo la línea de pobreza y el 8,6 no alcanzó a cubrir el costo de su alimentación. 

Con la irrupción de la pandemia, el aumento de la pobreza fue particularmente notorio entre las personas jóvenes. Del primer semestre de 2019 al primer semestre de 2021 la pobreza en los jóvenes de 15 a 29 años aumentó 6,2 puntos.  

“Esta cifra se relaciona con la agudización de la situación en el mercado de trabajo, donde la juventud enfrenta mayores problemas para su inserción y permanencia laboral, especialmente en empleos de calidad”, explicaron desde Cippec. 

Por último, en la población de 65 años y más, el 13,8% del total se encuentra en situación de pobreza con un aumento respecto al 11,9% que mostró en la segunda mitad de 2020. La indigencia representó al 2,1% en este segmento cuando el semestre pasado era del 1%. “Vale decir que en este período los aumentos otorgados por la Ley de Movilidad perdieron 8 p.p. contra la inflación: 15% contra 25%, respectivamente”, aclaró LCG. 

¿Qué pasó con los ingresos? 

Una de las explicaciones fundamentales de los altos niveles de pobreza que tiene nuestro país es el deterioro de los ingresos, frente a una inflación casi descontrolada. Durante la primera mitad del año, los precios le ganaron la carrera a los salarios, ya que aumentaron 25,3% y 22,8%. Sin embargo, si se tiene en cuenta sólo el sector informal el resultado es todavía peor debido a que tuvieron un incremento promedio del 13,8%. 

El Indec marcó en el informe que la brecha de pobreza, es decir la distancia monetaria entre los ingresos de un hogar y lo que necesita para superar ese umbral, fue 40% inferior al dinero que se necesitaba para cubrir el costo de la canasta básica total: $37.803 contra $62.989.  

La brecha de pobreza se redujo 1,9 p.p. contra el semestre anterior. Esto significa que los pobres son menos pobres: ahora cubren, en promedio, el 60% de la canasta básica total cuando era 58% en el semestre anterior. No obstante, en 2017 llegaron a cubrir el 65% del total”, mencionó LCG. 

Para el caso de la indigencia, esa brecha es levemente menor, del 37,7%, ya que una familia indigente tiene en promedio un haber de $16.741 mientras requirió $26.875 para acceder a la canasta alimentaria. Ese porcentaje también se redujo 2 p.p. si se compara contra la segunda mitad de 2020. 

“La diferencia suma $10.134 mensuales. Considerando que hay un total de 756.500 hogares que no cubren sus necesidades básicas alimentarias, el costo de erradicar la indigencia asciende a $100.000 millones al año, sólo 0,2% del PBI”, apuntó LCG. 

Desafíos 

Cippec consideró que los desafíos que generó la crisis sanitaria, económica y social son varios. “Dada la estrecha relación entre el crecimiento económico y la pobreza, urge sentar las bases para que las condiciones macroeconómicas mejoren y se acelere la recuperación de la actividad”, remarcaron.  

Sin embargo, con crecer no sería suficiente. Cippec solicitó, además, abordar problemas estructurales que no se han logrado resolver en las últimas décadas. “En este sentido, en los últimos 30 años, aún en períodos de elevado crecimiento económico, el porcentaje de población en situación de pobreza nunca fue menor al 25%”, agregaron. 

LCG, por su parte, no se mostró optimista en cuanto a una moderación de los índices de pobreza en el segundo semestre de este año. La consultora no prevé una recomposición de los ingresos, mientras que espera una inflación reduciéndose “sólo al margen” y un mercado de trabajo con nula creación de empleo. 

El economista del Cedlas y especialista en medición de pobreza, Leo Tornarolli, dijo que la normalización de la situación sanitaria, sumado a un aumento en el gasto electoral pueden tener un efecto de reducción en la pobreza en el corto plazo. “Seguramente durante el segundo semestre perforaremos la barrera del 40%, sin llegar a niveles de prepandemia”, concluyó. 

Quedará, luego, la tarea de volver a la zona de 25-30% de pobreza, que era la tendencia previa y donde está el núcleo duro, y trabajar para mejorar esa situación. 
 

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