El Gobierno señaló que el informe interno del FMI sobre el programa acordado con Argentina en 2018 ratificó que "fracasó" y que reconoció que "gran parte de la deuda que tomaron se fugó".
Un material audiovisual publicado en redes sociales de los principales funcionarios recalca que "la deuda que tomó el Gobierno anterior le hizo mucho daño a Argentina" y apunta: "Según el mismo FMI, el programa fracasó y puso en riesgo nuestra economía".
"Lo dijimos desde el primer momento, nuestro Gobierno y todo el pueblo argentino debió hacerse cargo de una deuda irresponsable que puso en peligro el futuro del país", agrega el clip.
"Vamos a seguir trabajando, porque el crecimiento es la condición para la estabilidad", concluye el material que lleva la firma de la Presidencia.
El Fondo Monetario Internacional nos dio la razón: la deuda irresponsable tomada por el gobierno anterior puso en riesgo al país y el programa económico de Macri fracasó.
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Hoy, el FMI publicó un informe en tono autocrítico sobre el crédito que le otorgó al Gobierno de Mauricio Macri, en el que cuestionó la falta de controles de capitales y una reestructuración de la deuda (debt operation) con los bonistas en 2018 y 2019.
Aunque el informe no dijo todo lo que el FdT dice que dijo, es bastante crítico y tiene la triple intención de concederle al Gobierno la revisión del SBA, criticar al macrismo y, sobre todo, autoexculparse de los efectos del programa.
El EPE (siglas de Ex-Post Evaluation) reconoce que el programa no cumplió sus objetivos, dijeron desde Economía.
- Restablecer la confianza de los mercados
- Reducir los desequilibrios externos y fiscales
- Reducir la inflación
- Proteger a los segmentos más vulnerables de la población
“Admitieron la inconsistencia del programa para abordar los profundos problemas estructurales de Argentina”, dijeron en Economía y agregaron que el FMI señaló que el Gobierno anterior le impuso límites, “líneas rojas”, al FMI en dos puntos centrales: reestructuración de deuda y control de capitales. En consecuencia, el resultado fue que los fondos se usaron para pagar deuda insostenible, lo que provocó fuga de divisas.
Los directores subrayaron que una mejor comunicación por parte de las autoridades del macrismo podría haber potenciado el efecto catalizador del programa, agregó Economía. La gran mayoría de las críticas recae sobre las autoridades de Argentina, más que en el staff del FMI.
Los directores destacaron varias lecciones que servirán para los programas respaldados por el FMI.
- Es esencial que incorporen supuestos realistas.
- Los programas deben adaptarse a las circunstancias de cada país, incluidas las consideraciones de economía política, lo que podría implicar el uso de medidas no convencionales, cuando sea poco probable que las políticas macroeconómicas estándar den resultados.
- El análisis de los riesgos que subyacen a las principales evaluaciones realizadas al aplicar el Marco de Acceso Excepcional deben exponerse claramente y comunicarse a la Junta de Directores.
- La apropiación (ownership), que debe entenderse en un sentido social más amplio y no debe impedir una evaluación sincera de posibles opciones políticas y resultados de programas mejores.
- La comunicación externa eficaz es esencial para garantizar la aceptación adecuada a diferentes niveles y el efecto catalizador previsto. Por último, es necesario un reparto adecuado de la carga cuando se establecen acuerdos de acceso excepcionales.
La reacción de Nicolás Dujovne
Luego de conocido el informe del FMI, el exministro de Economía, Nicolás Dujovne, uno de los funcionarios que le sugirió a Macri que Argentina debía ir al FMI (el otro fue “Toto” Caputo), dijo: “El acuerdo con el FMI se dio en una situación de excepcionalidad debido a la sequía, la suba de tasas en EE.UU. y al elevado déficit heredado. Tuvo el apoyo de todos los países miembros del FMI. Fue un apoyo político mundial a un proceso de cambio que había comenzado en el país”.
“Llama la atención que el actual Gobierno ahora sí tome como propia la visión del FMI sobre el programa de 2018, pero no haya podido alcanzar consensos básicos como para firmar un programa en más de dos años de gestión. El Gobierno kirchnerista concluye erróneamente que los problemas de la economía argentina pueden resolverse defaulteando deudas e imponiendo cepos y controles. Pero estos han demostrado ser pésimos instrumentos una y otra vez. El Gobierno reestructuró la deuda, pero seguimos sin que nadie nos preste. Más aún, el mercado cree que es altamente probable que Argentina vuelva a defaultear, lo que se refleja en un riesgo país de 1.700 puntos. El cepo no sirvió para recomponer reservas. En los últimos dos años hubo casi US$ 30.000 millones de superávit comercial, pero el BCRA no paró de perder dólares y hoy, con solo US$ 3.000 millones de reservas netas, está al borde de una crisis cambiaria”, agregó Dujovne. Parece darle la razón al FMI de que se negó a reestructurar la deuda y regular el mercado cambiario (eso último pasó, pero Dujovne ya no era ministro).
“Atrasar el tipo de cambio, a fuerza de controles, no evitó que este año tengamos 50% de inflación, y un BCRA que emitió más de 11% del PIB para financiar al Tesoro. Para volver a crecer necesitamos una economía estable y para eso debemos ser creíbles. No hay credibilidad sin un sendero fiscal sustentable y sin una política monetaria consistente”, agregó Dujovne, defendiendo el acuerdo y el camino trazado.
Más allá de las críticas, lo único concreto que dijo Dujovne fue que “el Gobierno de Macri dejó el Gobierno en el 2019 con equilibrio primario en sus cuentas públicas, con reservas en el Banco Central y con superávit externo”. De esos equilibrios, agregó, “vivió el Gobierno los últimos dos años”.
