A 20 días del balotaje, y con sondeos que dan una paridad inesperada entre Massa y Milei, cada uno de los diálogos mantenidos con analistas y operadores se desvió ayer hacia el arduo combate electoral y a los graves errores de política económica del ministro candidato, virtual presidente desde hace casi 15 meses, con escasez de combustible en todo el país y con situaciones inquietantes, como la suspensiones de turnos programados en consultas de estudios cardíacos en hospitales y prepagas.
Mientras Massa quiso vestirse de Raúl Alfonsín el fin de semana, repitiendo el preámbulo de la Constitución, el equipo económico trató de sumar empresas que se anoten en el esquema de precios justos, con una suba mensual del 5%, pero hasta ahora sólo consiguieron anotar a 20 empresas que aceptan continuar con ese esquema. Y mientras Massa amenazó a las petroleras para que aparezca el combustible en las estaciones de servicio, especialistas del sector salieron a decir que "el ministro está mal informado, ya que las instalaciones de procesamiento de petróleo para convertirlo en naftas a nivel local están trabajando a full, la estructura que hay no da para más, y trabar el petróleo crudo que sale de Vaca Muerta es un error doble, porque sin ser procesado no puede convertirse en combustible y sin ser exportado no puede ser convertido en los dólares vitales que necesita el Banco Central".
Mientras este inconveniente se desarrolla en las calles, con colas interminables en las estaciones de servicio, y con un problema complicado para el campo porque en este momento se necesita combustible para la siembra de maíz y soja, con una cosecha de trigo que ya vendrá flaca, los expertos advierten que si se les llega a pagar los dólares a los barcos que hay en puerto, listos para entregar combustibles de importación ya refinados, "esa provisión tendrá una demora de al menos una semana para abastecer a toda la red, y será otro parche parcial porque en dos semanas habrá que volver a proceder con lo mismo, más barcos para que siga apareciendo combustible".
El contexto financiero
Al tiempo que eso alteraba la economía real, el mundo estrictamente financiero se movió al ritmo de otros ingredientes. Además de los perros y patrulleros que transitan por el microcentro para complicar a las cuevas y mantener tranquilo el dólar blue, llegaron algunas revisiones a cajas de seguridad, y eso generó gran inquietud en inversores y ahorristas, por lo que mientras el blue intervenido volvió a bajar, los dólares financieros estuvieron mixtos, con el mep colocándose hacia arriba. Al tiempo que los bonos volvieron a perder valor, por lo que el riesgo país subió 23 unidades hasta 2.583 puntos. Pero lo más inquietante del día fue que, mientras hubo fiesta en Wall Street, la Bolsa de Buenos Aires tuvo un lunes negro, con caídas de hasta el 14% en algunos papeles, motorizadas porque el plan llegar de Massa corre el riesgo de no llegar y por el ingreso de los primeros balances trimestrales con cierre a septiembre, mostrando lo que verdaderamente está pasando con la economía argentina.
Licitación revancha
La situación de intranquilidad llega a tal punto que ayer, en la licitación revancha para conseguir financiamiento a través de la colocación de bonos en pesos, la Secretaría de Finanzas pudo conseguir en todo el mercado apenas seos ofertas, por lo que el Gobierno captó apenas $14.802 millones en un solo instrumento: una letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento con vencimiento 20 de febrero de 2024 (x20f4 - reapertura).
Mientras Argentina se debate en esta maraña, en el mundo la tensión geopolítica sigue alterando el valor de las cosas. Ayer el petróleo y los granos anotaron bajas en sus cotizaciones, en tanto que el oro se tranquilizó y el Bitcoin sigue levantando cabeza, acercándose cada vez más a la nueva barrera a quebrar de US$ 35.000, cuando hace apenas once meses valía menos de US$16.000.
El contexto externo
La inquietud es generalizada, pero en EE.UU. los inversores especulativos, "casi siempre toros", están convencidos de que la Fed no tiene espacio para subir nuevamente su tasa base en diciembre, por lo que creen que ya habría llegado a su máximo, el más alto desde 2007, y estiman que antes de junio empezará una descompresión de tasas para evitar el riesgo de provocar una recesión antes de la elección norteamericana en la que Joe Biden intentará dejar fuera de juego a Donald Trump.
Con ese contexto, las tasas largas de EE.UU. siguen subiendo y aplanándose: se pagó 5,4% anual a 1 año de plazo, 4,8% a 5 años, 4,9% a 10 años y 5% a 30 años, y debe destacarse que esta cercanía de puntas entre lo que se paga a 1 año y lo que se paga a 30 años no se da desde los meses previos a la quiebra de Lehman Brothers en 2008, un gran banco de inversión que existía en EE.UU. desde 1850. Esta poco tranquilizadora situación hace que muchos analistas consideren que el actual súper dólar no se podrá mantener mucho tiempo en la actual cumbre, por lo que ayer en el exterior el billete verde subió 0,5% en Brasil pero bajó 0,1% en Chile y China, 0,3% en Japón y México, 0,4% contra la libra y 0,5% contra el euro.
El dólar en Argentina
En el mercado cambiario local, con todos los inconvenientes por combustibles y por escasez de insumos importados, el Banco Central atravesó una rueda positiva en cuanto a reservas. La autoridad monetaria, con el nuevo dólar más alto para toda la exportación, logró comprar otros US$ 90 millones en el mercado, por lo que extendió a seis jornadas consecutivas su racha con saldos positivos. Y al final del día Reconquista 266 logró sumar US$ 54 millones a las reservas.
El mercado paralelo sigue completamente vigilado, contrariando el "libertad, libertad, libertad" del fin de semana, por lo que el dólar blue bajó $20 y cerró a $970. Y detrás de eso el Senebi bajó $1,20 pesos hasta $897,76, el contado con liquidación bajó $6,59 hasta $853,14, pero el MEP subió $1,58 hasta $859,75, por lo que los que tienen pesos blancos en los bancos siguen presionando para dolarizarse. Así, la brecha entre el oficial y el blue fue ayer del 164% y la del CCL con el mayorista fue del 144%.
Pero el interés de ahorristas e inversores está completamente fuera de foco: nadie quiere comprar en este momento títulos argentinos: esperan que el "plan platota" de Massa para ganar la primera vuelta impactará de lleno entre fines de noviembre y diciembre, lanzando al mercado unos $4 billones, lo cual alterará por completo todos los parámetros. Así no hubo interés en la compra de títulos públicos, y de ese modo, con poco volumen, los bonos argentinos volvieron a apuntar hacia abajo, por lo que el riesgo país subió 23 unidades hasta 2.583 puntos.
Acciones de fiesta
Lejos de este desinterés inversor local, en Wall Street hubo una fiesta, ya que al no esperarse otra suba de tasas de la Fed los precios de las acciones estuvieron muy para arriba. Con cierre casi eufórico, la Bolsa de Nueva York terminó ayer con un salto del 1,6% para el Dow, y con alza del 1,2% para el S&P y para el Nasdaq. En tanto que la Bolsa de San Pablo bajó 0,7% y la de México subió 0,6%.
En el mercado bursátil local la fiesta fue un auto sin nafta: con $13.389 millones operados en acciones y $13.963 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires se derrumbó otro 9,7%. Y, mientras Wall Street subía, los ADR argentinos que operan en Nueva York mostraron subas del 1% al 2% para Mercado Libre y Despegar, pero derrumbes del 2% al 8% para Supervielle, Edenor, Macro, Central Puerto, Francés, Galicia, TGS, YPF, Telecom, Cresud, IRSA y Loma Negra.
Hay muchas cosas en juego a nivel global. Preocupa la continuidad de la tensión en Medio Oriente. Pero ayer, al menos, el petróleo no sintió eso y cayó 3,3%, los metales preciosos actuaron mixtos, los metales básicos estuvieron en alza, en Chicago los granos anotaron bajas importantes, en tanto que en Rosario no hubo negocios con soja, con trigo y maíz operando mixtos. Y lo destacado del día, que ya viene mostrándose desde hace varias semanas, fue otro día con brillo para el mundo cripto: el Bitcoin subió otro 2,8% con avances menores para el resto valores del panel.
¿Qué se viene por delante? Faltan 20 días para el balotaje y cada rueda será una eternidad. La Junta Electoral le pidió al Poder Ejecutivo que traslade el feriado del 20 de noviembre para evitar que cuando se vote haya un feriado largo, y que muchos de los votantes opten por irse de paseo, en vez de concurrir a las urnas. Pero, como la gente que tiene chance de viajar es en general opositora, el Gobierno aprovecha cada resquicio y al parecer está dispuesto a no mover la vacación de ese día: es más útil que paseen, y que no voten.
