Stephen Curry rompió la relación con uno de sus principales patrocinadores en la NBA
El base de los Golden State Warriors, Stephen Curry, y Under Armour pusieron fin a una alianza que marcó una época en el mercado global del calzado de básquet. Tras 12 años de asociación, el dos veces MVP de la NBA rompió su vínculo con uno de sus patrocinadores más importantes y se quedará con la propiedad total de Curry Brand, lo que le permitirá negociar libremente con otra compañía por primera vez desde su salida de Nike.
La separación llega en un momento particular: hace apenas dos años, Curry había sido nombrado presidente de Curry Brand, una apuesta de Under Armour para potenciar diseño, marketing, proyección global y desarrollo de producto alrededor de su figura.
Desde la compañía aseguran que la decisión responde a una estrategia de "disciplina y foco" en medio de una reestructuración profunda que ya acumula US$ 255 millones en ajustes. El anuncio coincide con un año muy difícil para la empresa, cuyas acciones se desplomaron 47,3% y operan cerca del mínimo de US$ 4,17 por unidad.
La última colaboración conjunta, las Curry 13, llegará a las tiendas en febrero de 2026 y cerrará formalmente un ciclo que redefinió el negocio de la marca en el mundo del deporte.
Curry, que cumplirá 38 años en marzo, fue el responsable de darle a Under Armour su mayor visibilidad en el básquet desde su ingreso al mercado. Desde su llegada en 2013 -tras un recordado desacuerdo con Nike que se dio varios años después de comenzar su carrera en la NBA pero antes de convertirse en MVP y figura global-, la marca consiguió instalar un modelo comparable al de Jordan Brand dentro de la estructura de la compañía, impulsada por el éxito deportivo del base y por un posicionamiento sólido entre los jugadores jóvenes.
En 2023, el astro de la NBA firmó una extensión histórica que incluía 8,8 millones de acciones (valuadas entonces en US$ 75 millones) y múltiples incentivos por performance. Ahora, convertido en "agente libre" del mercado del calzado, puede explorar nuevas asociaciones, relanzar su marca personal o incluso avanzar hacia una firma totalmente independiente, como han hecho otras figuras del deporte estadounidense.
Al confirmar la ruptura, Curry agradeció el apoyo recibido y destacó que Under Armour le dio "la oportunidad de construir algo mucho más grande e impactante que una simple zapatilla". Subrayó que la misión de Curry Brand -centrada en transformar el básquet juvenil, ampliar el acceso al deporte e impulsar proyectos educativos- "no cambiará; al contrario, se fortalecerá", y adelantó que esta nueva etapa apunta a un crecimiento acelerado y a consolidar programas sociales que ya alcanzan a cientos de miles de chicos en Estados Unidos y otros países.
Desde Under Armour, su CEO Kevin Plank afirmó que Curry fue "mucho más que un embajador", y lo describió como un socio empresarial estratégico que ayudó a construir una marca con credibilidad, impacto comunitario y productos de alto rendimiento. Según proyecciones internas, el negocio de básquet -que incluye todavía el remanente de productos de Curry Brand- generará entre US$ 100 y 120 millones en 2026, pero ya sin la presencia activa del jugador en su desarrollo futuro.
Con la separación consumada, se cierra una de las asociaciones más influyentes de la NBA moderna, comparable en escala -aunque no en volumen- a los modelos de LeBron James con Nike o James Harden con Adidas. El mercado seguirá de cerca los próximos pasos de Curry: su eventual destino podría inclinar el tablero de un sector hipercompetitivo donde Nike, Adidas, Puma, New Balance y Li-Ning ya pujan por sumar estrellas de alto impacto global. El cuádruple campeón de la NBA, por primera vez en más de una década, tiene ahora la libertad de decidir hacia dónde llevará su marca en la industria deportiva.