El chileno Javier Altamirano fue el protagonista de una de las imágenes más escalofriantes de los últimos tiempos en el fútbol argentino, cuando en el partido entre Estudiantes de La Plata y Boca se desplomó en el campo de juego y comenzó a convulsionar.
Altamirano, de 24 años, cayó al césped del estadio UNO a los 27 minutos del primer tiempo e inmediatamente fue sujetado por sus compañeros Enzo Pérez y Santiago Ascacibar hasta que intervinieron los médicos. La situación conmovió a todos en el Estadio Uno y el fútbol pasó a un décimo plano.
De manera inmediata ingresó una ambulancia al campo de juego y se lo trasladó al Instituto Médico Platense, ubicado a 400 metros del recinto del "Pincha", donde le realizaron una tomografía que "no arrojó anormalidades", según informaron desde el sanatorio.
"El jugador Javier Altamirano sufrió un episodio convulsivo. Se encuentra en internación bajo observación y para complementar estudios. Se realizó TAC, la que resultó sin imágenes patológicas evidentes. Se encuentra estable. Por esta situación, el partido, detenido a los 27 minutos del primer tiempo, fue suspendido por las autoridades arbitrales", informó Estudiantes en sus redes sociales.
Altamirano fue trasladado este lunes al Hospital Italiano, en conjunto con el doctor Hugo Montenegro, para realizarle estudios complementarios de mayor complejidad y descartar cualquier tipo de problema neurológico. Se espera que más tarde Estudiantes informe el nuevo parte médico. Luego, el chileno regresará al Instituto Médico Platense, donde lo acompaña su esposa que está embarazada.
Por ahora, el futbolista chileno seguirá en terapia intensiva hasta confirmar su mejoría y continuarán haciéndole estudios buscando determinar el origen de su colapso y de qué manera debe continuar su vida más allá del aspecto profesional.
El episodio provocó la suspensión del partido entre Estudiantes y Boca por la undécima fecha de la Copa de la Liga Profesional. En el estadio se vivieron momentos de dramatismo ante la delicada situación, al nivel de generar el llanto de sus compañeros (Enzo Pérez, uno de ellos), impactados por lo vivido.
La situación se alivió un poco cuando desde la voz del estadio anunciaron que Altamirano se encontraba estable, consciente y fuera de peligro. Sin embargo, la lógica decisión de los jugadores de Estudiantes y de Boca fue la de no continuar el encuentro.
