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Las 3 preguntas

Opinan Lacunza, Bocco y Marx.

13 marzo de 2012

¿Cuáles son, a su juicio, los aspectos más salientes del proyecto de ley de reforma de la C.O. del BCRA?

Hernán Lacunza (Empiria Consultores y ex miembro del BCRA): La liberación de las reservas para uso discrecional del Ejecutivo (el grado de cobertura de las reservas propias alcanza al 45% de los pasivos monetarios totales, desde 70% en 2009); la ampliación del canal de financiamiento en pesos al Tesoro (más de la mitad de los activos del Banco Central será deuda pública); la desaparición del programa monetario (en un contexto de alta inflación, el BCRAbrindará parámetros sobre la inflación, la tasa de interés o la cantidad de dinero); y la facultad de emitir ?vía redescuentos? a entidades para fondear créditos.

Arnaldo Bocco (Ex director del BCRA): El aspecto más importante del anuncio es que la nueva Carta Orgánica va en línea con la política de sintonía fina que anunció la presidenta Cristina Fernández. Pero además el otro aspecto saliente es que hace salir al Banco Central del esquema de acumulación de reservas y del sistema monetarista que Domingo Cavallo había creado en 1991. Así, el Banco Central abandona las restricciones que impone a la política de acumulación de reservas a la hora de hacer política monetaria para incentivar el crédito productivo y tener un rol más activo en las decisiones económicas.

Daniel Marx (Quantum Finanzas): Es un proyecto particular. Para mí el tema de las reservas no es el más significativo. En mi opinión el asunto central es qué rol tendrá el Banco Central de ahora en adelante. En mi opinión el proyecto otorga atribuciones que en cierta medida la dan margen para redireccionar el crédito. Pero digo que es particular porque, por un lado, se ratifica la independencia del banco, pero por otro, vemos en todo el mundo que los bancos centrales tienen cada vez más flexibilidad a la hora de hacer política y son manejados por personas partidarias al gobierno.

¿A qué se le llama nivel óptimo de reservas y cuál es el nivel de reservas que el Banco Central necesita hoy para ejecutar su política cambiaria (a su juicio)?

H.L.: No existe uniformidad. Un criterio posible es que el nivel de reservas cubra los riesgos (de origen externo o interno) que comprometan el normal funcionamiento de la economía, los pagos de las obligaciones externas, y el respaldo de los ahorros privados depositados en el sistema financiero. En términos prácticos, si se computaran cuatro meses de importaciones, la deuda externa pública y privada exigible en los próximos 12 meses vista, y el 20% de los depósitos privados a la vista en el sistema financiero (M2 privado), rondaría los U$S 45.000 millones.

A.B.: El nivel de reservas óptimo saldrá de un cálculo técnico que se hará en función del tipo de cambio multilateral y otros factores que sean incorporados a un modelo econométrico. En mi opinión hoy las reservas, cerca de U$S 47.000 millones, se encuentran por encima del nivel óptimo. Y creo que en un año superarán los U$S 50.000 millones porque la Argentina tendrá este año un superávit comercial mayor al que la mayoría de los analistas esperan.

D.M.: No hay una fórmula porque son muchos elementos los que deben tenerse en cuenta y creo que van cambiando de acuerdo al ciclo económico.

¿En qué cree usted que puede beneficiar esta reforma al Gobierno y en qué lo puede perjudicar?

H.L.: El Gobierno gana grados de discrecionalidad para administrar los recursos del Banco Central, tanto en pesos (emisión, vía asistencia al Tesoro o redescuentos a bancos) como en moneda extranjera (uso de reservas). Tendrá un nuevo bisturí. Usado quirúrgicamente y con responsabilidad, no pasaría nada grave. Pero al remover la “valla institucional” (vgr. los límites legales) un cirujano poco idóneo o imprudente podría acelerar la presión del paciente (inflación) o provocar una hemorragia (reservas).

A.B.: El avance fue tan brutal que, según mi opinión, hubiese mantenido el programa monetario y financiero para presentar ante el Congreso. Creo que es un error quitar ese trabajo porque obliga al banco a trabajar con metas. Y no estoy hablando de un esquema de inflation targeting: programa monetario no es sinónimo de inflation targeting. El Banco Popular de China tiene un programa monetario y no sigue un régimen de inflation targeting. En mi opinión es positivo darle a los bancos pautas de cómo evolucionarán los agregados monetarios porque de esa manera formás expectativas. Otro error, para mí, también es que se debilitó demasiado la superintendencia de entidades financieras y eso es peligroso porque se pierde control de policía y le quedan demasiadas funciones a la presidenta del banco. En la Argentina el capital financiero es hijo de la renta agraria y se debe ser muy riguroso a la hora de hacer controles.

D.M.: A favor que el Gobierno podrá, a priori, tener margen para hacer política anticíclica o procíclica. De todas maneras en economía no interesa por qué instrumentos tiene a disposición un gobierno sino a quién se los dan para utilizar y cómo los utilizan.

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