La próxima semana el Fondo Monetario dará a conocer el informe Perspectivas Económicas Mundiales 2012. En ellas se publicarán las principales proyecciones macroeconómicas para las economías ricas y emergentes. Será en el marco de la Reunión de Primavera del FMI. Durante esta semana el organismo divulgó un anticipo en el cual advierte el impacto de la longevidad sobre las cuentas fiscales. “Si el promedio de vida aumentara para 2050 tres años más de lo que se espera hoy, los costos del envejecimiento, que ya son enormes, podrían llegar a 50%”.
Dando un ejemplo, el capítulo muestra que en el caso de los planes privados de pensiones de Estados Unidos ese aumento de la longevidad podría elevar los pasivos jubilatorios alrededor de 9%. Como el total de pasivos por pensiones es enorme, las empresas que organizan los planes de pensiones tendrían que multiplicar varias veces sus contribuciones anuales normales, en términos generales, para poder afrontar esos pasivos adicionales.
El informe también hace notar que para hacer frente al riesgo causado por la longevidad, es necesario actuar en varios frentes. Primero, los gobiernos deben reconocer el significativo riesgo del aumento de la esperanza de vida. Segundo, el riesgo sobre el financiamiento debe estar debidamente distribuido entre los particulares, los organizadores de los planes de pensiones y el Gobierno. Tercero, se puede recurrir a los mercados de capital para transferir este riesgo.
En 1750, en los países de Europa occidental la esperanza de vida en el momento del nacimiento no llegaba a los 40 años. Desde 1900, siguió un incremento lineal hasta tocar los 80 en 2010. A escala global pasó de los 48 en 1950 hasta los 70 en el último año de referencia. Pero lo que cambia los cálculos, según el FMI es la esperanza de vida cuando se tiene 60 años.
En las Naciones Unidas se proyecta que para 2050 la esperanza de vida a partir de esa edad llegará a los 26 años en las economías avanzadas y a los 22 años en los países en vía de desarrollo.
(De la edición impresa)
