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“Bajó la ansiedad pero no la preocupación”

Entrevista a Gabriel Caamaño Gómez (Consultora Ledesma)

02 noviembre de 2015

Gabriel Caamaño Gómez (Consultora Ledesma) analiza los efectos de las elecciones en la economía y las relaciones entre la coyuntura política y la económica). Por Facundo Matos Peychaux)

¿Qué impacto tuvo el sorpresivo resultado de las elecciones sobre los mercados?

Bajó la ansiedad pero no la preocupación, porque la preocupación es por problemas de fondo que no se han modificado. Bajó la ansiedad porque generó un resultado político que ilusiona con la solución de esos problemas de fondo y por eso hubo cierta baja del blue y mejora de la Bolsa y después todo volvió a los valores previos pero con unos escalones menos de volatilidad. Habrá que ver cómo sigue con las encuestas y cómo se vayan moviendo los candidatos a medida que nos vayamos acercando a la segunda vuelta.

¿Qué se puede esperar en materia económica en este mes hasta el balotaje?

Creo que el Gobierno va a seguir haciendo lo mismo que viene haciendo, no va a haber ningún ajuste, va a intentar hacer lo mínimo e indispensable para sostener esto y que el ajuste lo haga el que venga. Emisión, gasto, enfoque cuantitativo de la balanza de pagos, endurecimiento del cepo, atraso cambiario, van a seguir en el camino que venían tomando o en todo caso, endurecerlo. Por ejemplo, en el cepo limitando las autorizaciones de las agencias de viajes, lo que indirectamente le pega al dólar turista.

¿Cambió el escenario proyectado hasta diciembre en base al cambio en las perspectivas políticas?

No, creo que va a haber un poco menos de volatilidad en el sentido de que hay menos ansiedad pero la preocupación sigue vigente porque el próximo gobierno va a recibir un desequilibrio macroeconómico totalmente endeble e insustentable. No va a haber reservas genuinas en el Banco Central, no tenés capacidad de endeudamiento ni hay confianza porque eso lo va a tener que construir el próximo gobierno, la capacidad de sostener el desequilibrio es nula y es insustentable.

¿Hay menos margen para el gradualismo a medida que se profundiza el escenario?

Ya nadie debatía si tenía que haber ajustes, lo que se debatía era si debía ser gradual o de shock, y los que nos gustan los ajustes graduales, cada vez nos convencemos más de que esa falta de capacidad para sostener en el corto plazo este esquema desaconseja el enfoque gradual porque tal vez hacés un enfoque gradual y te estalla, se te hace abrupto y ni siquiera lo manejás vos. Ya no debatimos más si debe haber ajuste y en cualquier momento dejamos de debatir si tiene que ser gradual o no de lo deteriorado que está esto. El próximo gobierno va a recibir el Estado más grande de cómo mínimo los últimos 50 años con un déficit de 8,5% del PIB más como mínimo 6 puntos del PIB de vencimiento de capital para el año que viene que si devalúa va a ser mucho más alto, tipo de cambio atrasado, que se ve en un tipo de cambio real efectivo de la soja, que es por lejos el que mejor tipo de cambio real tiene, en uno de sus tres niveles más bajos de los últimos 25 años y con precios buenos históricamente, tipo de cambio real contra el dólar que ya está por debajo de diciembre de 2001 y va en busca de los mínimos de la Convertibilidad, tipo de cambio contra el real que ya está en mínimos históricos y el M3 en máximos históricos del 25% del PIB. El próximo gobierno va a tener que hacer el ajuste de una forma que sea políticamente viable y técnicamente sustentable, es complicado.

¿Hay peligro de un brote inflacionario o se incorporó ya a los precios la expectativa de devaluación?

Hay algunos precios que incorporaron el blue y otros no. Seguramente va a haber un brote inflacionario porque dentro del déficit fiscal está en primera fila para ajustar todas las transferencias al sector privado, electricidad, gas y transporte de pasajeros y los déficit de las empresas públicas. Todo eso es suba de tarifas cuando lo ajustes. Lo que hay que ver cuando se producen los ajustes y cuánta decisión tiene para hacerlos o patearlos y cuánto se lo permite la economía.

¿Cómo se enmarca en este contexto la resolución para que las aseguradoras se desprendan de su tenencia de bonos en dólares y la suba de tasas?

Son todas medidas que les permiten llegar a fin de mandato como quieren llegar. La suba de tasas no es para hacer el ajuste. Subís la tasa para que la gente se fugue menos pero se fugan igual por la expectativa de devaluación. En economía hay una ley que dice que la tasa de interés local es la tasa de interés internacional más la tasa de devaluación esperada. Cuando subís la tasa de interés estás reconociendo que la devaluación esperada o no la reconocías antes o se está incrementando.

¿Los resultados del domingo pueden ayudar a dinamizar algo de la economía en estos meses previos al cambio de gobierno?

Lamentablemente, en ciertos aspectos clave llegó tarde. La cosecha gruesa ya estaba prácticamente sembrada y los productores tomaron la decisión con el tipo de cambio real actual y encuestas que decían que ganaba Daniel Scioli. Se sembraron 2.000.000 menos de hectáreas. Si bien el productor siempre va a tender a ser precavido después de cuatro años de golpes, si hubiera llegado antes la certidumbre, quizás hubiera sido menor el recorte. Y eso es malo también para el próximo gobierno porque implica menos dólares.

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