El Ministerio de Hacienda y Finanzas de la provincia de Buenos Aires lamentó ayer “el desafortunado comunicado que hiciera público hoy el Comité Directivo (steering committee) del grupo ad hoc de tenedores de bonos de la provincia en medio de las conversaciones que la Provincia ha venido llevando delante de buena fe”.
“La propuesta actual de la PBA es efectivamente una oferta unilateral, no es el producto de negociaciones de buena fe, y contiene elementos coercitivos dentro de su estructura que la El Comité Directivo cree que disminuirá la amplia aceptación del mercado”, dijeron los acreedores en la misiva.
La Plata también dijo que la contrapropuesta inversora “lamentablemente no pudo ser considerada viable por la ausencia de un alivio significativo de la deuda” y agregó: “Hemos realizado la mejor oferta que consideramos posible dentro de nuestras restricciones”.
Un dime y direte similar al de Martín Guzmán con los acreedores. Una propuesta similar también: con 3 años de gracia, poca quita de capital y cupones incrementales desde 2023. Sin embargo, el reloj corre más rápido en La Plata y, en ausencia de un “deal” en las próximos 72 horas, la provincia más grande del país ingresaría en default este mismo viernes. En cambio, Guzmán tiene tiempo hasta el 22 de mayo.
El viernes pasado, Buenos Aires incumplió el pago de un bono por algo más de US$ 100 millones (un bono que incluyó en el canje) y que tiene un periodo de gracia de solo 10 días. El Día del Trabajador, celebrado el viernes pasado, podría jugar a favor y correr la fecha hasta el lunes 11. Aunque, sin cambios en La Plata o Wall Street, el final de la película parece escrito.
