El holding del conglomerado brasileño de la construcción y la energía, Odebrecht, que quedó en el centro de una investigación de una red de sobornos en América Latina, se declaró en bancarrota en un tribunal de San Pablo.
A través de un comunicado la firma indicó que la “protección por bancarrota” acordada con la justicia de San Pablo constituye el camino para avanzar en el arduo y costoso proceso de reestructuración de sus deudas. Los acreedores buscan embargar y ejecutar los activos comprometidos como garantía para préstamos impagos.
Según publica el diario brasileño Valor, citando a dos personas con conocimiento directo del asunto, la empresa busca proteger 80.000 millones de reales (US$ 20.500 millones) de deuda, garantías y préstamos entre compañías de un grupo de acreedores, que incluye a bancos brasileños y titulares de bonos extranjeros, lo que hará que la declaración de quiebra de Odebrecht sea la más grande en América Latina, superando a la de la compañía de telecomunicaciones Oi SA (US$ 19.000 millones).
Odebrecht viene en caída libre desde la investigación de "Lava Jato", que comenzó en 2014 y detuvo sus negocios, ya que se cortó el acceso a proyectos gubernamentales y se encarceló a sus principales ejecutivos.
El ex CEO de la compañía Marcelo Odebrecht quedó bajo arresto en 2015, con una sentencia a diecinueve años de prisión por corrupción, y desde hace dos años se encuentra cumpliendo su condena bajo prisión domiciliaria en su mansion de San Pablo.
Las unidades Braskem SA, Odebrecht Engenharia y Construção SA, Ocyan SA, O SA, Odebrecht Transport SA, Enseada Indústria Naval SA no forman parte de la reestructuración, se lee en el comunicado.
La matriz privada del sector sufrió tensiones a principios de junio luego de que la unidad de etanol del grupo, Atvos SA, se declarara en bancarrota y hablara con LyondellBasell Industries NV sobre la venta de su unidad petroquímica Braskem SA.
El 4 de junio, terminaron las conversaciones para la venta de la participación de control de Odebrecht en Braskem, vista como una joya de la corona para el conglomerado. El acuerdo habría traído una inyección de efectivo muy necesaria para el grupo.
El conglomerado ha estado luchando para recuperarse de las consecuencias de las graves denuncias de corrupción por la causa Lava Jato en Brasil. Según la investigación, que comenzó en 2014, Odebrecht pagó millones en multas de otros países latinoamericanos y disminuyó su cartera de nuevos proyectos, lo que se suma a la crisis de efectivo.
Los principales grupos de acreedores que estarán en la recuperación judicial son los seis mayores bancos de Brasil, los poseedores de bonos emitidos fuera de Brasil y garantizados por OEC (Odebrecht Engenharia y Construcción) y también agencias de crédito de Perú.
