Tras convertirse en el máximo accionista de la empresa, Twitter anunció que le ofrecerá a Elon Musk un asiento en su junta directiva.
El fundador de Tesla compró 73,5 millones de acciones de Twitter por US$ 2.890 millones y estará directamente involucrado en las decisiones estratégicas de la red social, en la cual tiene más de 80 millones de seguidores.
Aunque aún no se expresó públicamente, Musk ya empezó a demostrar que planea implementar grandes cambios: publicó una encuesta en Twitter preguntándoles a los usuarios si querían un botón de edición.
En respuesta a la encuesta de Musk, el CEO de Twitter, Parag Agrawal, tuiteó que las consecuencias de la encuesta serán importantes. "Por favor, vote con cuidado", dijo.
En total, más de 4 millones de usuarios participaron de la encuesta y el “sí” obtuvo más de 73% de los votos.
Otra de las grandes cuestiones es qué sucederá con la política de censura de Twitter, ya que, en más de una oportunidad, Musk ha sugerido que la red social no respetaba la libertad de expresión.
En este sentido, una fuente anónima dijo que el multimillonario no tendrá voz sobre la moderación de la plataforma, qué discurso se prohíbe o qué cuentas se restauran, una política que se aplica a todos los miembros de la junta.
Sin embargo, algunos grupos ya comenzaron a ejercer presión: los republicanos le están pidiendo a Musk que restablezca la cuenta del expresidente Donald Trump, quien fue expulsado tras el ataque al Capitolio en enero de 2021.
“Ahora que Musk es el mayor accionista de Twitter, es hora de levantar la censura política (…) ¡Oh… y traer de vuelta a Trump!”, dijo la diputada republicana de Colorado, Lauren Boebert.
Por su parte, la ex secretaria adjunta de Asuntos Públicos del Departamento del Tesoro, Monica Crowley, tuiteó: “Ahora que Musk es el mayor accionista de Twitter, debería exigir el fin de la censura política, hacer una reforma de toda la empresa y restituir al presidente Trump”.
