El proyecto para construir la represa Portezuelo del Viento recibió luz verde anteayer en el comité de autoridades de Río Colorado, que reunió a los gobernadores de Buenos Aires, Mendoza, Neuquén, La Pampa y Río Negro en la Casa Rosada, y desató la furia del mandatario pampeano Carlos Verna. “Tenemos toda la impresión de que nos convocaron a una emboscada muy cuidadosamente armada”, señaló en otra de la serie de declaraciones duras que formuló en estos días. “De un burro sólo podés esperar burradas” había dicho del rionegrino Alberto Weretilneck, la semana pasada, en el marco de la misma discusión. “Espero que piense en su pertenencia política sino en los derechos de las provincias que están ubicadas aguas abajo”, señaló ayer respecto del arbitraje propuesto para que el presidente Mauricio Macri defina sobre la situación.
Además de Verna y Weretilneck participaron de la reunión el mendocino Alfredo Cornejo, el neuquino Jorge Gutiérrez, la bonaerense María Eugenia Vidal y el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio. Verna se retiró anticipadamente de la reunión, visiblemente ofuscado. La conferencia de prensa convocada para ayer le dio mayor visibilidad.
“La Pampa no se opone a Portezuelo. Nos oponemos a que Portezuelo no sea formulado en los términos del tratado del Coirco. Queremos que Mendoza presente los estudios de impacto ambiental”, es el argumento que viene expresando Verna. Que repitió ayer en la conferencia, de la que participaron todos sus ministros.
Portezuelo es casi una obsesión para los mendocinos. Cornejo ya tuvo varias reuniones en Casa Rosada para avanzar, pero tiene la resistencia de La Pampa. En la visita del presidente Mauricio Macri a tierra pampeana, Verna le recordó cómo los mendocinos provocan un “grave” impacto ambiental al río Atuel. “Queremos que nos devuelvan el río que nos robaron”, sostuvo entonces Verna. Anteayer tuvo la venia del comité, por mayoría, pero no por unanimidad.
